
Familiares, amistades, compañeros de colegio, docentes, entre muchas otras personas, protagonizaron emotivas escenas tanto en el oficio religioso en la Capilla Nuestra Señora del Carmen, en Río Seco, como en el camposanto.
Para Mimica, el episodio que protagonizó Nicolás “es un llamado de atención a todos”, y recordó que “esta es una tarea del Estado de Chile, que no ha sido abordada con la responsabilidad y seriedad que requiere. Porque estamos preocupados de muchas cosas, quizás todas muy importantes, pero no hay nada más importante que el ser humano”.
Criticó la carencia de recursos para impulsar un trabajo destinado a la prevención y a la rehabilitación de un mal generalizado en nuestro país, “y que está golpeando muy duro en la Región de Magallanes”.
La madre de Nicolás ingresó al cementerio portando una foto de su hijo en sus manos, recinto al que llegó mucha gente a esperar el arribo del funeral. Uno a uno entregaron sus condolencias a la familia y le transmitieron fuerza espiritual para que puedan sobrellevar este nefasto episodio.