La justicia encontró culpable a un padre que en su lugar de trabajo abusó sexualmente de la hija. Sin embargo, lo absolvieron del mismo delito que habría cometido en la casa, cuando vivía junto a su grupo familiar.
El fiscal Fernando Dobson Soto llevó ayer al acusado, iniciales H.M.R.R., a juicio oral, pero no pudo contar con la declaración de su principal testigo, la propia víctima, quien al ser advertida de los derechos que le asisten optó por guardar silencio. No fue capaz de enfrentar al progenitor y menos declarar en contra de él.
El juicio concluyó en horas de la tarde, con la entrega del veredicto de los jueces Luis Álvarez Valdés, Jovita Soto Maldonado y Gonzalo Rojas Monje.
De acuerdo a la acusación del fiscal, el imputado era acusado por hechos ocurridos en el periodo comprendido entre los años 2004 al mes de julio de 2009. “Éste (se refiere al denunciado) procedió en el domicilio y en reiteradas oportunidades a efectuarle tocaciones en el  cuerpo a la hija”, además de otras prácticas sexuales.
En un segundo hecho, Dobson lo acusaba de cometer el mismo delito, entre los meses de marzo y abril del año pasado, cuando un día la hija fue al lugar de trabajo del padre.
“Decisión no fue fácil”
Ayer fue el juicio oral, donde el acusado prestó declaraciones reafirmando su total inocencia y atribuyendo a invenciones de la hija tales aseveraciones.
Lo propio hizo la madre de la víctima, quien señaló a los magistrados que “no podía quedarme con esto y por eso decidí denunciarlo, una decisión que no fue fácil”.
“Yo vengo como madre y si ella no quiere hablar es porque tiene sentimientos encontrados”, respondió a una consulta del fiscal. Además, dijo creer ciegamente en la joven y fue clara en señalar que “esto no fue una invención, sobre todo por la forma en que me lo contó”.
Nunca pensó en guardar silencio, “porque no sería consecuente con lo que inicié hace un año”, indicó al consultarle si pensó en algún momento retractarse de la denuncia. “Mi conciencia me hace estar acá, más que nada por mi hija y por todo lo que ha sufrido”.
Culpable
Por la tarde los jueces entregaron el veredicto, condenatorio en este caso, ya que el acusado fue encontrado culpable de un abuso sexual. La pena que arriesga es de tres a cinco años de presidio y cualquiera sea tendría que cumplirla con cárcel efectiva, ya que esta persona registra dos condenas anteriores, por manejo en estado de ebriedad.
El abogado defensor, Juan José Arcos, se limitó a señalar que recibía con cierta cautela el veredicto y prefiere conocer la sentencia antes de emitir cualquier otro comentario, trámite que se fijó para este viernes al mediodía.