
Posteriormente, funcionarios policiales acudieron, en horas de la tarde y en compañía del propio José Almonacid, hasta el lugar donde supuestamente estaría el cadáver de Luis. Asimismo, los policías procedieron a realizar diversas diligencias para dar con el paradero de quienes podrían estar involucrados en la desaparición del pescador -oriundo de la Isla Coldita, en la comuna de Quellón, Chiloé-, ya que, según afirma la vidente, se trataría de un asesinato en donde estarían implicados más de una persona.
Última vez
La historia de Luis Almonacid se remonta al pasado 26 de septiembre, día en que fue visto por última vez, en la Estancia Río Canelo, donde habría compartido un café con un trabajador, luego de lo cual nadie más lo volvió a ver, según publicó Diario El Pingüino, en noviembre del año pasado.
Ese día las condiciones climáticas eran favorables y Luis Almonacid salió a dar un paseo por los alrededores. Luego pasó a ver a un amigo, cocinero de la estancia Río Caleta. Al despedirse, Almonacid le contó a su amigo a donde se dirigía.“Voy a La Antorcha, a pensar un rato”, habría anunciado el pescador.
Almonacid trabajaba hacía ocho meses en el sector en lanchas pequeñas y realizaba ese trayecto de manera frecuente, por lo que conocía perfectamente el área. Además, La Antorcha queda a tan sólo un par de kilómetros al sur del lugar.
“Pasaron un par de días, y sus compañeros de labores pensaron que Almonacid habría partido hacia otro lugar, ya que andaba con dinero en los bolsillos. Pero seis días después comenzaron las preocupaciones, y fue así que el 3 de octubre el empleador de Almonacid, Adán González Huenumán, presentó la denuncia en Carabineros del Retén Kon Aiken. Inmediatamente se dirigieron al lugar, y comenzaron a trabajar en la presunta desgracia del pescador”, consignó Diario El Pingüino el pasado 28 de marzo.
Los primeros rastreos, estuvieron centrados en buscar debajo de los abundantes matorrales del sector, usados muchas veces por la gente que trabaja en el campo, para protegerse de las condiciones climáticas.
Búsqueda
Desde entonces, uno de sus tres hermanos, José, inició su búsqueda, sin obtener resultados positivos hasta ahora. De hecho, el caso fue cerrado por no contar con mayores antecedentes, en enero pasado. Sin embargo, en marzo, fue reabierto por la PDI.
En su desesperación, José Almonacid telefoneó al programa de Mary en Pingüino Radio para contar lo que le había sucedido a su hermano, el pasado 3 de agosto. Conmovida por su situación, la vidente decidió ayudarlo y lo citó, al día siguiente, en su domicilio para realizar la primera invocación del espíritu del desaparecido pescador. Diez días más tarde efectuaron una segunda invocación, en donde Mary pudo dibujar un mapa del lugar en donde se encontraría el cadáver de Luis Almonacid y, con la ayuda de otra vidente, visualizaron a dos hombres que estaban con él el día de su desaparición. En la descripción que da la segunda vidente, tras una discusión, visualizó a un hombre empujándolo y a otro golpeándolo. Ambos lo habrían amarrado, arrastrado y luego, enterrado en el fango que, en ese entonces, cubría el sector mencionado.
Finalmente, el domingo pasado, José Almonacid, en compañía de Mary, concurrieron hasta Punta Prat, en el Río Canelo, para ver en terreno el punto exacto en donde estaría el cuerpo de su querido hermano, tarea que no fue fácil para Mary, pues tardó nueve horas en dar con éste.
Hoy el rostro de José Almonacid Almonacid refleja mayor tranquilidad que hasta hace un mes atrás, pues la esperanza de encontrar pronto el cuerpo de su hermano para darle cristiana sepultura lo conforta. Sólo espera que su padre, Liborio Almonacid Bórquez, de 78 años, tenga la serenidad para soportar este duro golpe, pues desde que Luis desapareció aquel 26 de septiembre, todos los días espera su regreso.