
Este proceso es el que originaría que el inicio de la marcha blanca, que se había fijado para fines de este mes o comienzos de octubre, a raíz de un segundo retraso, deba nuevamente aplazarse hasta fin de año, dejando la inauguración del recinto para enero, según lo confirmó en su primera visita a Magallanes en agosto pasado, el subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo.
A su vez, no todas las especialidades entrarían en funcionamiento simultáneamente ya que, por ejemplo, recién el lunes pasado el Consejo Regional aprobó el diseño del proyecto para crear el Centro de Rehabilitación que se ubicará en el hospital, el que, entre otras cosas, ofrecerá residencia para quienes lleguen a tratarse desde fuera de la ciudad.
Considerando el tamaño del equipamiento que se deberá utilizar para atender las diversas enfermedades que se tratarán en el recinto, trascendió que las puertas de algunas salas iban a tener que ser retiradas para el ingreso de las estructuras, sin embargo, el director del Servicio de Salud de Magallanes, Jorge Flies, negó dicha dificultad.
En tanto, algunos servicios que no se relacionan con la atención de salud del actual Hospital Regional Doctor Lautaro Navarro, como el área de lavandería, han acudido al nuevo centro para ir probando los sistemas y estar familiarizados con los procedimientos para cuando se comience a atender, supuestamente, en enero próximo.
Respecto de los profesionales que se desempeñarán en el nuevo hospital, aún no hay claridad respecto de sus nombres y la cantidad por especialidad, ya que uno de los objetivos y de los anhelos de la comunidad, es que no se deba esperar por atención de médicos de algunas disciplinas, que actualmente escasean.