
13 de cada 100 chilenos son mayores de 60 años. Uno de cada 5 mayores declara haber sufrido algún tipo de violencia.
Las personas mayores son vulnerables al maltrato sicológico, físico y al abuso económico o patrimonial y también de negligencia.
Los adultos y adultas mayores se incluyen ahora como grupo vulnerable en todo el contenido de la ley de Violencia Intrafamiliar (VIF).
De acuerdo a la definición del artículo 5º de la ley VIF, podríamos señalar que constituye violencia intrafamiliar contra una persona adulta mayor, todo maltrato que afecte su vida, su integridad física o psíquica, cuando el ofensor sea o haya sido su cónyuge o conviviente, o bien su pariente por consanguinidad en toda la línea recta (bisabuelo/a; abuelo/a; padre/madre; hijo/a; nieto/a; bisnieto/a) o en la colateral hasta el tercer grado inclusive (tío/a sobrino/a),
La ley establece que también habrá violencia intrafamiliar cuando se maltrate a un adulto mayor que se encuentre bajo el cuidado o dependencia de cualquiera de los integrantes del grupo familiar, sin importar su parentesco, o grado de parentesco.
Asimismo, gracias a esta ley se podrá denunciar ante los Tribunales de Familia los abusos patrimoniales; establecer medidas cautelares de protección ante casos de maltrato y abandono hacia los mayores.