
Según ha reconocido la Cormupa, ante la responsabilidad que tendrán los conductores de trasladar a cerca de 30 menores de entre 4 a 13 años, la exigencia, sobre todo, en las pruebas sicológicas, ha sido elevada.
La entidad encargó a la Mutual de Seguridad que realice el proceso de evaluación para contratar a dicho personal, quienes han sido estrictos en el proceso, obteniendo los resultados anteriormente descritos.
A esto se le suman los requisitos de carácter más técnico, como demostrar que no poseen antecedentes de Violencia Intrafamiliar y llevar una hoja de vida intachable como conductor, donde incluso tener registradas citaciones al tribunal o “partes” por no respetar un ceda el paso, restan posibilidades de conseguir el empleo, porque genera cierta desconfianza.
Además de lo anterior, se busca que el postulante tenga experiencia en manejo de vehículos grandes, ya que sólo poseer el documento legal, no es suficiente para la Cormupa. Hay que considerar que los buses amarillos tiene un tamaño parecido a los de la locomoción mayor, lo que hace una gran diferencia con los vehículos de transporte escolar tradicionales.
Pero estos aspectos no son los únicos que se han solicitado, porque el estado de salud de las personas interesadas también es analizado por el organismo comunal.
Se han registrado casos en que los conductores superan todas las pruebas de selección, pero padecen de problemas con su glicemia o de presión alta, lo que se traduce en una condición que la Cormupa va a evitar, puesto que estos postulantes están más propensos a sufrir algún tipo de descompensación y generar accidentes con los niños a bordo del bus.
Mañana se espera contar con dos contrataciones nuevas para completar seis y así entregar el resto de los buses amarillos.