
En el marco de las VIII Jornadas Patagónicas de Neuropsiquiatría Infantil, realizadas el jueves y ayer, en el Hospital Naval Dr. Cornelio Guzmán de Punta Arenas, el también director del Programa Especializado en Psiquiatría del Niño y Adolescente de la Universidad de Concepción expuso sobre el “Intento de suicidio adolescente: Factores de riesgo. Prevención y Manejo”.
“En general, cuando en una población aparecen grupos de suicidio más allá de lo habitual, uno debe preguntarse si son factores que tienen que ver con los individuos; es decir, si éstos tienen factores en común aunque, a lo mejor ni se conozcan, o si tiene que ver, también, con factores de la sociedad, si está pasando algo en ella”, agregó el profesional. “Para eso hay que investigar caso a caso (…)”.
“Ahora, por qué ese grupo etáreo: eso nos plantea un tema a investigar: cuando hay un grupo que coincide en la edad, sobre todo, pensando que los 25 a los 35 años no es la edad en que estadísticamente se producen más suicidios -es la gente más anciana la que se mata-, es importante investigar qué tienen en común, a parte del género y edad: ¿Estaban todos trabajando por primera vez? ¿Tienen o no familia? ¿En qué etapa del ciclo están? ¿Sufrían de patologías o enfermedades asociadas a su depresión?”, sostuvo Valdivia.
Adolescentes
Con respecto al suicidio adolescente, que se caracteriza por corresponder a un acto impulsivo, a diferencia del suicidio en personas adultas (más pensados, planificados), el facultativo indicó, durante su exposición, que los conflictos y peleas con los padres y la pareja son hechos que desencadenan el intento de suicidio. Asimismo, la finalidad de un intento de suicidio en esta etapa de la vida es, por una parte, terminar con la vida, resolver un problema, evitar una situación negativa, modificar la situación familiar, castigar o asustar a otras personas y llamar la atención.
En este sentido, el Dr. Valdivia sostuvo que la actitud que se debe adoptar frente al intento de suicidio de un menor de edad, es, en primer lugar, no restar importancia a ningún intento, no culpabilizar, permitir que relate lo que pasó y permitir expresiones de sufrimiento, escuchar activamente y no descalificarlo.
Una vez que el menor que intentó suicidarse está siendo tratado, las medidas para potenciar la adherencia a éste son, primeramente, que al momento de ser dado de alta médica, debe estar la fecha y hora de control, y el médico tratante asignado.
Asimismo, el primer control debe efectuarse rápidamente después del alta, contar con un adulto responsable de supervisar el cumplimiento del paciente con sus controles y controlarse frecuentemente.
Un dato relevante que aportó el psiquiatra infanto-juvenil, Dr. Jorge Amarales Osorio, es el número de suicidios en adolescentes (12 a 18 años) en la Región de Magallanes se ha mantenido en el último tiempo: dos al año.