
No se trata de baby fútbol o futsal. Las chicas entrenan a lo grande, en una cancha con las dimensiones reglamentarias del fútbol tradicional.
Según Quiroz, la idea es que a través de este tipo de actividades los niños tengan una mejor calidad de vida, una proyección de futuro y así enfrentar la vulnerabilidad social que existe en este barrio de Punta Arenas a través del deporte, actividades culturales y artísticas.
En total son cerca de 80 niños que pueden participar de las diferentes áreas.
Las pequeñas futbolistas están siendo formadas por una entrenadora que también vive en el sector, y quienes desde ya hacen un llamado a las autoridades y empresarios, para que a través de donaciones puedan contar con la implementación requerida para esta muy positiva iniciativa que muestra a una comunidad que unida que enfrenta los desafíos sociales que presenta la población Archipiélago de Chiloé.