
No se sabe cuántas veces lo hicieron, pero el miércoles fueron sorprendidos en Falabella por personal de seguridad y entregados a la PDI.
Ayer el fiscal Eugenio Campos formalizó a la pareja, identificada como Jesús Torres Roldán y Luz Gómez Birke, ambos de 23 años, por el delito de “hurto simple”. En la audiencia indicó que estas personas fueron sorprendidas sustrayendo varias especies desde Falabella, “para lo cual alteraban los códigos de barra y así cancelaban un valor inferior al valor real de las especies, maniobra que quedó registrada en las cámaras de seguridad y comprobado por algunos peritajes realizados por personal de Investigaciones”.
El fiscal pidió para la pareja la prohibición de ingresar, por un año, a la tienda Falabella, ubicada en el mall Espacio Urbano Pionero. También quedaron con la obligación de firmar una vez al mes en la fiscalía (el último viernes) y donar cada uno $50.000 a un organismo de beneficencia.
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El jefe de la Brigada de Delitos Económicos, subprefecto Moisés Cárcamo Hernández, admitió que el sistema utilizado por la pareja es nuevo en Magallanes. Además que vestían bien, para no levantar sospechas y mostrarse como personas honorables. “No se descarta que este sistema lo hayan utilizado en otras ocasiones”, indicó el oficial.
Dijo que oficiales de su brigada, en el desempeño de un servicio antidelincuencial selectivo (PLAS), organizado de propia iniciativa, recibieron un llamado del personal de seguridad de la tienda Falabella, dando cuenta de una pareja que había cambiado las etiquetas de diversas prendas de vestir por unas de menor valor. Pero, además, cuatro de las etiquetas utilizadas eran falsificadas. Por lo anterior concurrieron al local donde entrevistaron al denunciante y dos testigos de estos hechos.
El personal revisó la grabación de las cámaras de seguridad y luego procedieron a la detención de dos personas. Asimismo, solicitaron a peritos del Laboratorio de Criminalística de Punta Arenas efectuar algunas pericias fotográficas y documentales, tanto a las prendas de vestir como a las etiquetas encontradas en cada una de ellas.
Cárcamo explicó que “la forma de operar de los detenidos consistía en cambiar diversas etiquetas de prendas de vestir, con la finalidad de cancelar un tercio del valor real de los productos. Además, utilizaron fotocopias de etiquetas auténticas de la tienda, las cuales fueron captadas por los lectores de códigos de barra sin problemas”.
En esta oportunidad fueron diez prendas de vestir avaluadas en la suma de
$ 105.000, por las cuales, con este modus operandi, los antisociales cancelaron en caja sólo $35.000.