En tiempos de cuarentena, la mayoría de los habitantes de Punta Arenas piensa en “regalonearse” a la hora de disfrutar de un buen plato o matar un antojo. La idea suena apetitosa pero podría resultar perjudicial para nuestra salud.
Durante el confinamiento, el peor enemigo es el sedentarismo que impera por estos días, una mala alimentación podría cambiar nuestro estado de ánimo y podría arruinar un buen momento para compartir en familia.
Cuerpo sano, mente sana
La nutricionista Nicole Borguenson, de la Clínica RedSalud Magallanes, explica que estos tiempos de cambios generan ansiedad y se recurre a la comida para mitigar esa sensación ya que ésta genera una felicidad “momentánea” en el cerebro haciendo olvidar -en ese momento- todos los problemas.
“El principal consejo es mantener la calma y volver a reestructurarnos, entre ellos la alimentación, ya que un cuerpo bien nutrido aumentará las defensas, energía y así poder equilibrar nuestra mente y cuerpo, lo que significa sanarnos y cuidarnos para no recurrir a la comida como una vía de escape -que a largo plazo- se transformará en una conducta que no nos cura ni de la ansiedad o el estrés, sino que ganaremos peso y perdemos salud”, dice.
Vitamina C, kiwi, limón, naranjas y otros nutrientes son fundamentales para mejorar nuestro sistema inmune.
Salud mental y física
La nutricionista aconseja que durante el período de cuarentena es importante seguir una rutina de pautas básicas como mantener los horarios habituales de sueño y alimentación para mantener los ritmos de metabolismo para que así no decaigan las defensas.
“El tener una rutina nos aporta estructura en nuestro día a día y ayuda a que nuestro estado de ánimo sea más estable y evitar los cambios emocionales que pueden repercutir en nuestra salud mental y física” enfatiza Borguenson, quien agrega que es necesario realizar una rutina de actividad física en casa como mínimo 30 minutos o una hora al día.
Alimentos altos en grasas, helados, golosinas, mantequillas, cortes de carnes altos en grasas, lácteos enteros, mayonesa y embutidos, son algunos de los alimentos que desaconseja la profesional.
Pero hay excepciones. “Realmente somos libres de hacer lo que queramos, el vivir de la restricción y el sacrificio no es bueno para nadie, por lo tanto, siempre aconsejo salirse una vez a la semana de la dieta puesto que genera en nuestro estado emocional un placebo, y la sensación de estar haciendo las cosas correctas, dándonos como un “premio” que no es malo en estos tiempos”, cerró Borguenson.