Su preocupación por el estado en que se encuentra el inmueble de 598 metros cuadrados, ubicado en avenida Colón Nº 636 de Punta Arenas y tristemente conocido como “El Palacio de la Risa”, y sede de la Agrupación de Derechos Humanos, manifestó el seremi de Bienes Nacionales, Alfonso Roux Pittet. “Está abandonado y deteriorado. Incluso se ha desprendido parte de sus muros, por lo que existe un riesgo permanente de accidente para los transeúntes”, dijo la autoridad regional.
Asimismo, indicó que existe la intención de entregar el inmueble en concesión o comodato a la Municipalidad de Punta Arenas, por petición del alcalde Vladimiro Mimica Cárcamo, para construir un memorial de Derechos Humanos. Para ello, el municipio debe presentar un proyecto lo más pronto posible, aunque no existe un plazo establecido o acordado.
Al respecto, el administrador municipal y alcalde subrogante (Mimica se encontraba ayer con licencia médica), David Pérez Carrillo, admitió que si bien existe interés para hacerse cargo de la propiedad, esperan que se llame a licitación para poder adjudicarse su concesión.
El funcionario agregó que la Contraloría General de la República hizo algunas observaciones con respecto a los daños estructurales que afectan a la actual Casa de la Cultura de avenida Colón.
Por su parte, el presidente de los Ex Presos Políticos y Familiares de Punta Arenas, y coordinador de la Agrupación de Derechos Humanos de Magallanes, Francisco Alarcón Jaramillo, indicó que estaban al tanto del interés del municipio, pero que por compromisos con Derechos Humanos, preferían que el inmueble fuese entregado directamente a dicha agrupación para su cuidado, uso y mantenimiento.
Algo de historia
En 1955 el Fisco compró esta propiedad a la Cruz Roja Chilena. En 1972, a través del Decreto Nº 409, el Fisco la traspasó a la Subsecretaría de Marina del Ministerio de Defensa, la cual, a su vez, la entregó a la dirección de Bienestar de la Armada de Chile, en 1993. En el año 2005 la casa fue traspasada al Gobierno Regional, que luego de tres años, la transfirió al Ministerio de Bienes Nacionales.
Sin embargo, según contó Alarcón, la Armada aceptó la petición de la Agrupación de DD.HH. para utilizarla para sus actividades, por todo lo que significaba para sus integrantes, lo que se concretó hace unos cuatro años. Desde entonces se han realizado actividades artístico-culturales, políticas y hasta religiosas, a través de la Iglesia Evangélica.