“Hemos hecho mil gestiones, en Punta Arenas y en Santiago. Hemos conversado con parlamentarios, con autoridades municipales, sin ningún resultado hasta ahora para poder tener en propiedad (la casona)”, señala el dirigente Francisco Alarcón Barrientos. La “Casa de los Derechos Humanos”, ubicada en Avenida Colón 636, corre serios riesgos de ser enajenada por el Ministerio de Bienes Nacionales.
Hoy, la construcción que se ubica en avenida Colón y que es utilizada por distintas organizaciones de víctimas de la dictadura militar (11 marzo 1973-11 marzo 1990) presenta, además, un alto grado de deterioro.
“La casa está a muy mal traer”, luego de los efectos del desborde del Río Las Minas, en marzo pasado, nos confiesa Francisco Alarcón Barrientos, presidente de la Agrupación de Ex Presos Políticos y Familiares y titular de la Unión Comunal de Agrupaciones de Derechos Humanos, sumado a ello el perjuicio sufrido en el tiempo por el abandono que la afectó por muchos años (más antecedentes en Diario El Pingüino).