El grupo Aeronaval Sur ha realizado en la región de Magallanes un sinnúmero de misiones en beneficio de la comunidad, efectuando rescates de pescadores y navegantes. Con una ceremonia militar llevada a cabo en el hangar del Grupo Aeronaval Sur, se celebraron las nueve décadas de la Aviación Naval, especialidad que desde su creación ha sido fundamental en la evolución y desarrollo de la Armada de Chile.

El nacimiento de la Aviación Naval en nuestro país se remonta a 1916, con el inicio del primer curso de aviadores navales, impartido por la escuela de Aeronáutica Militar en la comuna de El Bosque, Santiago.

Las consecuencias de la primera guerra mundial obligaron a Gran Bretaña a incautar dos buques de guerra enviados a construir por Chile a ese país, hasta que en 1918, debido a la incapacidad del Reino Unido para retornarlos, compensó a Chile con la entrega de unidades de superficie, submarinas y de 14 hidroaviones. Ambos acontecimientos, marcaron el precedente para que el 16 de marzo de 1923 el entonces Presidente de la República, Arturo Alessandri Palma, firmara el decreto en cual se creaba la Aviación Naval.

Para conmemorar la historia, el comandante del grupo Aeronaval Sur, capitán de fragata Jaime Camacho, junto a sus 42 hombres que lucen el símbolo del albatros errante, efectuaron una ceremonia que fue presidida por el Comandante en Jefe de la tercera zona Naval, contraalmirante Kurt Hartung.

El acto continuó con las palabras del comandante Camacho quien en su discurso desatacó que el grupo Aeronaval Sur ha realizado en la región de Magallanes un sinnúmero de misiones en beneficio de la comunidad, efectuando rescates de pescadores y navegantes.

“Nuestras aeronaves se han empleado en situaciones de catástrofes naturales y nos encontramos apoyando la labor de los servicios de urgencia, trasladando a personas accidentadas desde lugares apartados y de complejo acceso, dejando de manifiesto que el aporte de la Armada no sólo es en tiempo de guerra”, expresó el Comandante del Grupo Aeronaval Sur.

Finalmente, la ceremonia se dio término con una oración de acción de gracias a cargo del capellán de la tercera zona Naval, capitán de corbeta Rodolfo Gallardo, en memoria de los aviadores navales caídos en acto del servicio.