A menudo la gente se refiere a este plato como de gusto adquirido, es decir que se debe conocer previamente su sabor. Para muchos, en la infancia comer un guisado de guatitas podría ser una verdadera tragedia griega. El olor de la preparación mataba de entrada, y llegar a degustarla era casi una tarea imposible que muy pocos lograban cumplir. Entonces, las pequeñas miradas seguían absortas el deguste de los adultos y la duda existencial por un plato imposible de comer nacía. Pero con el paso de los años, el buen sabor del plato criollo borró las incertidumbres y vacilaciones. Para apretar “delete” a los recuerdos presentamos una receta que le hará chuparse los dedos.
Las guatitas o guatitas criollas, es un plato muy popular en Chile y en Ecuador, donde es considerado plato nacional. Básicamente es un estofado a base de trozos de estómago de vacuno, conocido localmente como guatitas.
A menudo la gente se refiere a este plato como de gusto adquirido, es decir que se debe conocer previamente su sabor.

Preparación
Lave las guatitas en agua tibia con bicarbonato, escobille y enjuague en agua fría. Haga hervir por una hora en olla a presión con pimienta, la zanahoria, el ramito de verduras y sal. Una vez cocidas, deje enfriar y corte en tiras delgadas de unos 5 centímetros de largo. En una olla, ponga 1/2 taza de aceite y fría la cebolla cortada en pluma fina, los tomates pelados y cortados en cuadros, pimienta, verduras, pimiento morrón, diente de ajo machacado, el orégano y sal. Ponga encima las guatitas y deje cocer hasta que la zanahoria esté blanda. Agregue las arvejas cocidas aparte y espese con la cucharadita de maicena disuelta en 1/2 taza de leche.
En la infancia fue un plato imposible, de adulto una tentación irresistible. Disfrute la receta.