La intervención post operatoria del kinesiólogo en los pacientes obesos sometidos a cirugía bariátrica (de obesidad) es considerada clave y muy importante, principalmente por los registros obtenidos en las evaluaciones y seguimiento pre, postquirúrgicos, y al mes posterior a la intervención. Principalmente porque este tipo de cirugías es considerada mayor, porque modifica la anatomofisiología del paciente y por lo tanto no está exenta de riesgos y complicaciones. “Es recomendable que al menos durante los tres meses siguientes el paciente realice ejercicios prescritos y supervisados por un kinesiólogo, siempre bajo el enfoque de integralidad transdisciplinaria”, según el kinesiólogo de la Clínica Magallanes, Pedro Quintana Peña.
Recientemente, la Revista Chilena de Cardiología -de la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular- publicó los resultados de una investigación que este profesional realizó entre 2007 y 2008 sobre el apoyo kinésico en la prevención de complicaciones post operatorias y mejoría en la calidad de vida de los pacientes obesos sometidos a cirugía bariátrica (de obesidad).
El estudio, que contó también con el apoyo de estudiantes de quinto año de la carrera de kinesiología de la Universidad de Magallanes, estuvo enfocado en un programa de ejercicio físico guiado, monitorizado y supervisado por el profesional de la salud, en pacientes que fueron intervenidos quirúrgicamente por el médico cirujano especializado en obesidad, Jorge Cárcamo, en el Centro Integral de Tratamiento de la Obesidad (CITO) del centro privado de salud.
“En general, de la evidencia científica existente y nuestra experiencia clínica, sabemos que durante el primer año tras la cirugía se produce una baja importante del peso corporal, que lamentablemente no es selectiva para el tejido graso, sino también compromete a la masa muscular y ósea, lo que es perjudicial para la salud, funcionalidad y calidad de vida del paciente. Por ello resulta muy importante que en el post operatorio inmediato el paciente no abandone los controles con el equipo multidisciplinario, e ingrese a un programa de ejercicio físico diseñado y supervisado por un profesional de la salud como es el Kinesiólogo”, sugirió Quintana.
El especialista recomienda durante el primer mes realizar exclusivamente ejercicios de marcha rápida de tres a cinco veces por semana, con una duración de al menos 30 minutos continuos o intermitentes durante el día. Basados en el control del pulso, e idealmente de la frecuencia cardiaca registrada por un monitor tipo reloj. En una etapa posterior, el paciente podrá asistir normalmente a un gimnasio, con las consideraciones particulares en cada caso indicadas por el profesional.