Una conmovedora e increíble historia salió a la luz pública ayer en las redes sociales donde se podía ver a través de un video, a una mujer de la tercera edad tocando su flauta en algunas estaciones del Metro en Santiago.
Sin embargo, detrás de estas imágenes hay un fiel reflejo del mal agradecimiento que tenemos como sociedad hacia los adultos mayores y en especial a personas que alguna vez fueron nuestros profesores o maestros que dieron gran parte de su vida a la educación.
Se trata de Carmen Avilés, de 74 años, quien coincidentemente es oriunda de Magallanes y que, además, se desempeñó como docente de Música en Cerro Sombrero, Cullen y Punta Arenas.
Bajo este contexto, Diario El Pingüino se contactó con una de sus ex alumnas, Ximena Cárdenas, quien recordó a Carmen Avilés expresando que “fui alumna de ella, entre el año 91 y 93, en la Escuela G-40 de Cullen que es un campamento de ENAP, y ella hacía clases en Cullen y Cerro Sombrero, pero yo participé de sus clases de flauta, guitarra y canto. Yo se dé música, gracias a todo lo que nos enseñó ella porque hasta el día de hoy canto y toco guitarra, porque además soy educadora de párvulo, entonces cuando vi esta noticia entre comillas me alegré porque pensaba que había fallecido y de cierta manera fue una satisfacción de verla viva”.
Ximena añadió que “ella nos contó en algún momento, fue presa política, por lo tanto sabíamos que había tenido una vida dura y como a modo de anécdota, ella viajaba tanto, entre Cerro Sombrero, Punta Arenas, Cullen y se cansaba mucho, por ende nosotros tocábamos despacito para no interrumpir su descanso, éramos muy niños. Pero, lamentablemente después perdí contacto con ella en esa época, donde lo último que supe que antes de jubilarse estuvo en algunos colegios de Punta Arenas haciendo clases”.
- ¿Cómo describe a Carmen?
“Una persona súper amorosa, muy cariñosa, nos hacía mucho cariño cuando éramos sus alumnos y con una paciencia de oro. Siempre nos dejó muy marcada la música que practicábamos, por su condición política, como por ejemplo: Quillapayún, Inti-Illimani, Illapu y todo eso lo conocí gracias a ella, era como de esa línea”.
- ¿Qué impresión le causó al ver a su profesora en estas condiciones?
“Me dio mucha pena, me corrieron las lágrimas (voz quebrantada) de ver a mi profesora así, porque ella debiera estar en su casa, tranquila, descansando, a pesar de que se está ganado la vida honradamente y con lo mejor que sabe hacer, pero da mucha lástima verla en esas condiciones”.
- ¿Qué valores les inculcó?
“La perseverancia, ella era una profesora que te instaba mucho a perseverar en la vida y si te gustaba la guitarra, había que practicar mucho para tocar bien la guitarra, si te gustaba cantar, había que esforzarse para llegar a una nota, pero lo más importante, que había que perseguir los sueños”.
- ¿Haría algún llamado a las autoridades para que se solucione definitivamente este problema?
“Esto va a través de las políticas sociales públicas, donde el adulto mayor tiene que ser valorado, porque muchos de nosotros vamos para allá y la mayoría vamos a llegar en una condición que no es la óptima, para disfrutar de una vejez y más sobre todo en la carrera de docente”.