Todos los años en esta fecha, Viña del Mar se revoluciona con la fiesta más esperada del verano, el Festival de Viña del Mar, hasta donde llegan artistas de renombre internacional y como tales, pueden darse el gusto de exigir lo que quieran dentro de sus contratos. Exigencias con las que la organización del Festival tiene que lidiar, y a veces con muchas curiosidades y solicitudes de los artistas, y este año no es la excepción.
- Alejandro Sanz, exigió alfombra gris en su camarín, arreglos florales, una máquina de Nexpresso, velas, inciensos, mucha agua para beber y ajíes, tablas de jamón y chorizos ibéricos para comer.
- Ricardo Montaner, por su parte, solicitó que su camarín estuviera iluminado de azul, con piso de aluminio para sentarse, pero con apoya pies. Además, solicitó 24 violinistas, 20 toallas bordadas con su nombre, 2 kilos de jengibre con receta especial y tequila Don Juan reposado.
Diferente es el caso de los reggetoneros; Wisin solicitó miel, jengibre, bebidas, jugos y Gatorade. Por otro lado, Nicky Jam solicitó wraps de pollo, frutas y Champagne Moet.
- Marco Antonio Solís y Lionel Richie pidieron que su camarín estuviera forrado de negro. La diferencia es que el primero solicitó que estuviera adornado con rosas, y Richie sumó 144 toallas de baño.
- Ana Torroja pidió una bandeja de frutos rojos y agua de coco orgánica. Rick Astley un Jagermeister y cabritas saladas. Pablo Alborán pidió sake y cosas para comer, por su parte Luis Jara solo exigió champaña tipo Brut.
Durante estos años las exigencias han variado. Muchas veces los artistas han pedido cosas excéntricas, fue el caso de Charly García, quien pidió su camarín pintado de negro y una camino de rosas al escenario. Ricky Martin pide masajes y que los iluminadores del concierto pongan gelatinas naranjas en los focos para resaltar su tes morena.