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El año 1936 abrió sus puertas la Panadería Fernández, en calle Piloto
Pardo 510, en Punta Arenas. Ahora, después de 80 años atendiendo a los
magallánicos este tradicional local cierra sus puertas, porque sus
dueños, el matrimonio Avelino Fernández y Nancy Marnich, decidieron
tomarse un descanso ganado por años.
Ni los hijos ni los nietos
están dispuestos a conservar la tradición, así es que no queda más que
vender todo. Y eso es lo que están haciendo en estos momentos. La
panadería y la propiedad completa se vende. Ya hay algunos interesados y
existen ofertas.
Esta panadería se ha hecho famosa por sus diversos
tipos de panes, pero las crujientes marraquetas son el sello y
distinción de los Fernández.
Nadie que se precie de buen
magallánico, y aferrado a las tradiciones, puede decir que no ha comido
este pan. Incluso hay gente que antes de viajar a Santiago (dependiendo
la hora del vuelo) pasa a comprar una marraqueta para llevarla a la
capital.
Los hijos cuando se van a estudiar a otras zonas del país
añoran tres cosas: la leche con plato y los choripanes del Roca; el
truco y la marraqueta de los Fernández. Estas tres cosas son como las
que nos diferencian, además de, obviamente, lucir con orgullo la bandera
de Magallanes.
Historia
Quien escribe este nota pudo ayer darse un gran gusto profesional.
Confieso
que por años, por no decir desde niño, quise conocer la panadería por
dentro. Ver dónde se elabora este exquisito producto y por el cual en
infinidad de veces he tenido que hacer fila en las mañanas, desde antes
de las 8 horas, esperando sacaran los postigos para ser uno de los
primeros en ingresar y así poder llevarme una crujiente “marraqueta
calientita” envuelta en ese papel kraft, amuñando las puntas como solo
ellos saben hacerlo. Mucha gente disfruta también las flautas y
hallullas.
Por eso es tan difícil que otros puedan mantener esta
tradición, porque es un sello muy personal que solamente Nancy Marnich y
Avelino Fernández le saben dar, y por lo mismo “puchas que los vamos a
extrañar”.
Si escribir esta nota me emociona, porque con el paso de
los años uno se va poniendo cada vez más sentimental, no quiero ni
imaginar el último día que los “tíos nonos”, como muchos los llaman
cariñosamente, atiendan y pongan por última vez los postigos del local,
confirmando el cierre definitivo de la histórica Panadería Fernández.
“Esta
panadería nació con mi papá (Restituto Fernández) quien vino de España.
A él lo trajo una tía y juntos empezaron a trabajar la panadería el año
1936, siempre en esta misma ubicación (calle Piloto Pardo). Luego,
junto a mis hermanos Marcos y Salvador hicimos una sociedad con nuestro
padre quien posteriormente falleció y quedamos los tres hermanos con la
panadería”, recuerda Avelino.
Hoy, después de 80 años, confirma el
cierre definitivo. “Vendemos el local completo y había una persona
interesada en comprar y quería que le enseñáramos como hacer el pan,
pero al parecer no le resultó el préstamo”.
En el plano deportivo,
Avelino Fernández incursionó en el fútbol. Fue seleccionado de
Magallanes y jugó en el Club Español de Punta Arenas.
“Lo fundamental
es descansar, son muchos años”, dice Fernández al final de esta
entrevista, abrazando a su amada mujer Nancy Marnich.
(Texto Edmundo Rosinelli / Fotos Javier Contreras)