El gestor cultural magallánico Juan Luis Mattassi, creador del Museo Nao Victoria, es un férreo defensor de todas las iniciativas que propenden al desarrollo turístico de Magallanes, provincia que -según él- carece hasta el momento de un hito turístico que la destaque.
Mattassi dice que el camino de penetración a Cabo Froward es imprescindible para el turismo de Punta Arenas, “somos la única provincia que no ha abierto caminos turísticos y aquí muchísima gente depende del turismo”.
Manifestó que una obra de las características de Froward garantizaría al menos dos noches de pernoctación por turista en Punta Arenas, “y eso genera un montón de trabajo para mucha gente, hostales, transporte, guías, restaurantes y locales de comida, actividades de todo tipo. Eso son recursos que llegan directamente al más chico, es un beneficio directo para nosotros, sin pasar por las grandes agencias mayoristas y empresas navieras”.
Este emprendedor cultural magallánico ha dedicado su esfuerzo a reivindicar el Estrecho de Magallanes como hito geográfico y a divulgar el protagonismo que tiene Punta Arenas y la Patagonia chilena en las más importantes expediciones marítimas descubridoras.
Deuda con la ciudad
“En los últimos años se ha invertido en obras de infraestructura importante en la región para abrir o mejorar el acceso a atractivos turísticos, por ejemplo, el camino nuevo a Torres del Paine, lo que se hizo en el Lago Fagnano, ahora vamos hacia Caleta María y el Canal Beagle, después está la ruta Hollemberg - Río Pérez y las mejoras indispensables a los puentes para facilitar el acceso a los turistas. Pero todas esas inversiones se han hecho en otras provincias, no en Magallanes, que es la única que no dispone de caminos nuevos hacia sus atractivos turísticos. Esto ha terminado por potenciar turísticamente a otras zonas, que son muy importantes, pero terminaron despotenciando a la capital regional”, dice Mattassi.
Agregó que el gran atractivo de Punta Arenas es el Cabo Froward y que “desde hace muchos años se hablaba de que sería el gran hito turístico. Es más, este es un tema de cifras duras y crueles, porque cuando una ciudad grande como esta tiene pocos atractivos, la gente se ve obligada a emigrar hacia otros territorios. La ciudad necesita un atractivo potente como es el fin de América. Esa deuda se arrastra desde hace más de 20 años”. 
Como respuesta a los detractores de esta obra, que dicen que afectará un ecosistema frágil, Mattassi argumentó que “la biodiversidad no está en peligro, porque tenemos más del 50 por ciento del territorio regional protegido. Obviamente tendrá algunos costos ambientales, pero yo no veo a ninguno de esos ambientalistas reclamar por Hollemberg - Río Pérez, que se extiende por más de 100 kilómetros. Lo único que se pretende es detener un desarrollo imprescindible para la provincia de Magallanes”.