Escuché hace algún tiempo una frase que retrata muy bien a Naldo Almonacid: “La estatura de un hombre se mide por las dificultades que ha debido enfrentar en su vida, se comprende a través de las decisiones que ha tomado en las encrucijadas críticas de su historia, se aprecia en la entereza y en la gracia, las formas profundas del coraje, con que ha vivido en circunstancias límite”.

Esta semana ha partido a un mejor espacio junto al padre celestial. Lo recordamos como un gran ser humano, un hombre bonachón, esposo dedicado, padre orgulloso, abuelo afectuoso, amante del arte y la cultura, vivió para su familia y la tierra, esa donde disfrutaba del ganado siendo uno de los más destacados en la consolidación genética de la raza de ovinos corriedale.

Por ello no es de extrañar que durante muchos años su plantelcabaña Tehuelaike ganara premios en las exposiciones ganaderas. Naldo Almonacid fue un magallánico que se atrevió a incorporar desde Australia y Nueva Zelandia, ganado en pie en la idea de darle a Magallanes una majada fuerte y de particularidades específicas. Por ello fundador de la asociación chilena de criadores corriedale y dirigente en diversas oportunidades de la Asociación de Ganaderos de Magallanes. Pero además de su faceta ganadera, en la vida de Naldo Almonacid se refleja, como en pocas personas, la lucha diaria de miles de hombres humildes, que con esfuerzo diario y constante, ganaron con dignidad lo merecido. Seguramente gracias a sus valores y principios. Siendo muy niño, alumno del Liceo San José, recibe con profunda fe la doctrina salesiana y la educación católica y por ello no fue de extrañar que siendo muy joven integrara el movimiento social cristiano en el Barrio San Miguel y Jóvenes por la Acción Católica.

Es en esta ultima institución donde nace en el joven Naldo Almonacid, el compromiso con la justicia social y el humanismo cristiano, y en consecuencia no duda un segundo en asumir militancia fundando en Magallanes el Partido Demócrata Cristiano.

De ahí en adelante será crítico del devenir social, hombre disciplinado, austero, humilde y político sensato, amante de la democracia, la libertad y la justicia. Naldo Almonacid en el desconcierto de los tiempos oscuros para Chile y amparado sólo en su coraje no tuvo dudas en sumarse a grupos solidarios participando activamente en la recuperación de la democracia, supo reconstruir la unidad del Partido y poner siempre a su disposición el dialogo y el consenso.

Nos alegra recordar que el 30 de julio del año 2014 en pleno aniversario del Partido Demócrata Cristiano tuve el honor de entregarle junto al ex presidente de la Cámara de Diputados camarada Aldo Cornejo el premio Bernardo Leighton Guzmán, por su trayectoria política y aporte desinteresado al fortalecimiento de la democracia.

En nombre de la Democracia Cristiana de Magallanes y cada uno de sus militantes, agradecemos tu existencia y entrega. Hasta siempre amigo y descansa en paz.