La instalación de un sistema de espejos como apoyo a la seguridad en el tránsito vehicular pareció ser una novedad positiva para Punta Arenas.
Y fue así como, desde hace un tiempo y al cabo de una inversión significativa de recursos, pudieron apreciarse en lugares tan distantes como Martínez de Aldunate con Avenida Jorge Alessandri, en el Barrio Sur, o en Avenida España con Errázuriz; Arturo Prat con Salvador Allende y, también, en otros puntos de la ciudad.
Sin embargo, en opinión de un experto en conducción de vehículos motorizados, esos espejos, en lugar de ayudar a los conductores, dificultan su tarea y los ponen en riesgo de sufrir accidentes.
Por ejemplo, en Martínez de Aldunate, están ubicados en Avenida Alessandri, la cual, en ese sitio, enfrenta una pendiente que se hace más peligrosa al llegar a la esquina y en estos meses de otoño e invierno, hacerlo con el pavimento escarchado o nevado.
“La distancia se distorsiona y lo que parece cercano está lejano o bien, lo que está lejano, en la realidad, está muy cerca y esa situación aumenta el riesgo de accidentes”, afirmó el experto, quien pidió reserva de su identidad debido a sus vínculos sociales y familiares.
En Avenida España con Errázuriz, agregó, no basta con los espejos ni con el disco “Ceda el Paso” en la calle que sube, mientras no se tomen medidas para que el kiosko instalado en la avenida sea puesto en otro sitio, por ejemplo, en Errázuriz mismo, pero a distancia segura de la esquina para eliminar la falta de visual sobre la avenida en sus calzadas de sur a norte.
Y es lapidario con el sistema de espejos instalado en el cruce de calle Arturo Prat con Salvador Allende.
“Quienes llegan a lo que fue la Avenida Independencia, de sur a norte, por calle Prat, deben literalmente, asomar la nariz del vehículo en un sector donde la locomoción colectiva , tanto menor como mayor, y algunos automovilistas particulares, imprimen más velocidad a sus móviles, porque existe una subida que empieza a perfilarse frente a la Población Calisto y acusa cierta altura al llegar a calle Rancagua, es decir, casi frente a las instalaciones del regimiento Pudeto”, observó el experto en conducción.
Además, es frecuente que haya vehículos estacionados en el costado derecho de la Avenida Allende, lo cual tampoco contribuye a una buena visual para quienes pretenden cruzar la avenida o incorporarse a ella, en dirección al centro de la ciudad.
Es más, algunos automovilistas utilizan el espacio que una bencinera dispone para sus clientes en esa misma esquina y logran ingresar a la avenida a lo que sería “mitad de cuadra”, por la calzada que se dirige al centro, aprovechando el espacio que deja la ausencia temporal de vehículos que transitan desde el Barrio 18 de Septiembre y que deben respetar el semáforo que funciona en el cruce de las avenidas Frei Ruiz-Tagle y Salvador Allende.
Finalmente, hizo presente que la Ley de Tránsito no tiene contemplado el uso del sistema de espejos como parte de la señalética establecida.
Municipio
Nuestro diario intentó, vía telefónica, conocer la opinión de la Dirección de Tránsito municipal acerca de esta situación; del tiempo que lleva en funciones el sistema de espejos, el costo que tuvo instalarlo y la evaluación que se tiene de su utilidad, pero no fue posible, porque la Dirección en pleno estuvo abocada hasta este viernes a instalar el nuevo sistema computacional destinado a actualizar el que permite, hasta ahora, otorgar licencias de conducir al municipio y mejorar la atención que se brinda a los solicitantes del documento que permite estar al frente y guiar un vehículo motorizado en todo el país.