Una misa en recuerdo de Eduardo Bahamonde, quien falleció la noche del sábado 4 de agosto, se ofreció ayer en la parroquia Cristo Obrero.
El destacado ufólogo estaba radicado en Santiago, sufría de diabetes y dejó de existir a causa de una septicemia a la edad de 82 años. En la capital fue cremado y sus restos fueron traídos recientemente a la ciudad de Punta Arenas.
A las 16.30 horas de ayer, su viuda Lidia Mijalic Neracher, de 82 años, su famila y amigos, entre los que sumaban más de un centenar de personas, se dieron cita para dar el último adiós a quien liderara el programa “El Club de lo Desconocido” en Radio Presidente Ibáñez.
En una emotiva ceremonia, distintas personas de su círculo familiar y social dirigieron algunas palabras en memoria del connotado comunicador magallánico.
Su hijo Gabriel Bahamonde Mijalic agradeció, a nombre de su madre, sus hermanos, nietos, bisnietos y tataranietos, la presencia de quienes estaban en la parroquia, especialmente a quienes formaron parte de distintos ámbitos de su vida, como sus colegas comunicadores, sus camaradas de la Democracia Cristiana y todos quienes apoyaron “su gran vocación social”.
Juan Díaz Bahamonde, visiblemente emocionado, rindió un homenaje a su abuelo con sentidas palabras, recordando que compartieron programas de radio juntos, muchas vivencias y enseñanzas.
Su nieto se refirió a su pasión por leer y escribir y leyó una pequeña biografía que el mismo Bahamonde redactó, describiendo sus orígenes en Puerto Natales, sus padres de origen chilote, y su posterior vida en Punta Arenas, lugar que eligió “como centro de mi existencia para vivir y amar (...) Busco en el cosmos la verdad y la poesía de un mundo ideal”.
El destacado comunicador Juan Peric dirigió unas palabras de despedida a su amigo de más de 30 años: “Trabajamos en muchas transmisiones deportivas, él seguía fuertemente el automovilismo y yo también. Él era publicista, lo mismo que hago yo, así es que nos encontrábamos recorriendo el comercio, fuimos colegas de trabajo muchos años”.
Peric también destacó su vocación social: “Él siempre permaneció ligado a hacer el bien social acá, uno lo encontraba en distintas actividades. Ayudaba a comerciantes, a juntas de vecinos, incluso luchó mucho por la devolución del 4% (a los jubilados), por lo que pelea hace mucho Punta Arenas”.
También se hicieron presentes agrupaciones relacionadas con la ufología, que destacaron su legado y que, tal como él lo deseara, prometieron que no se perdiera.
Eugenio Bahamonde alcanzó connotación nacional a raíz de uno de los casos más importantes y asombrosos de la ufología chilena, como es el caso de Juan Maldonado.
@María.P.Sandoval