El gerente general de la empresa regional Antartic Seafisheries, Ignacio Arocena, advirtió ayer la grave situación que enfrenta esta empresa, la cual estaría -a su juicio- al borde de la quiebra, por culpa del Ministerio de Relaciones Exteriores.

La empresa que entrega 46 empleos directos y otros 150 indirectos en Punta Arenas, es la única pequera magallánica que opera en el área la zona subantártica denominada FAO 48.3, en las cercanías de las Islas Georgias del Sur.

Arocena explicó que la compañía tenía como uno de sus principales clientes al mercado chino, pero desde el año pasado ha sido imposible obtener de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) la renovación del certificado correspondiente, pese al informe favorable de la empresa precertificadora UCCO.

Debido a ello, Seafisheries quedó al margen de las ventajas arancelarias del Tratado de Libre Comercio que Chile tiene con el país asiático, “lo cual ocasionó serios y graves perjuicios económicos a la empresa que solamente por concepto de pérdida de arancel alcanzó aproximadamente los 300 mil dólares”.

Al borde de la quiebra

Arocena denunció que “esta extraña y anómala situación que está pasando nuestra empresa Antartic Sea Fisheries, nuestro barco Antartic Bay y toda nuestra tripulación (46 personas), nos tiene al borde del cierre de nuestras operaciones, ya que si la autoridad del Estado de Chile no concede dicha certificación de origen del bacalao, las pérdidas solamente en este ejercicio serán de más de 550 mil dólares, lo que consecuentemente nos obligará a cerrar la operación en Magallanes y lamentablemente dejará a 46 familias sin trabajo, sin contar con los aproximadamente 150 empleos de carácter indirecto que esta operación pesquera produce”.