“Chile y Japón son hermanos sísmicos”, bromeó el embajador de Japón, Yoshinobu Hiraishi, quien se encuentra en Punta Arenas desde ayer, junto al director nacional de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi), Ricardo Toro.
Ambas autoridades presenciarán el ejercicio de simulacro que hoy, a partir de las 11 horas, llevarán a cabo los más de 30 mil estudiantes de la comuna de Punta Arenas.
El 5 de noviembre es el Día Internacional de la Concientización de los Tsunamis en el mundo. En este contexto, el director Toro explicó que todos los años se hace un ejercicio binacional con Japón y que en esta oportunidad se decidió realizar en Magallanes, porque pese a que la actividad sísmica de la región es menor a la del resto del país, sí han ocurrido terremotos que han causado graves daños.
“Este año quisimos hacerlo en Punta Arenas, una ciudad y una región donde hay por lo menos dos ejemplos de terremotos, uno en 1879 y otro en 1949. Entonces hay antecedentes. Por ello tenemos que entender que estas son amenazas de tipo natural que no son controladas por las personas y que lo único responsable que podemos hacer es estar preparados para ello”, manifestó.
Respecto de la probabilidad de ocurrencia de un tsunami en la zona, dadas sus características geográficas, el director de la Onemi respondió que en otras partes del mundo, donde se pensaba que nunca ocurriría un terremoto y un tsunami, sí han ocurrido, como por ejemplo en Portugal o Tailandia.
“Lo cierto es que nadie ha descartado que eso pueda pasar aquí, puede que haya ciertas características del territorio que mitiguen los efectos dañinos de la o las olas, sin embargo, hay que estar preparados”.
Además, agregó que en conjunto con el SHOA han establecido una escala de distintos tipos de niveles de tsunamis, que incluso podrían significar que haya que evacuar a la gente que esté en la costanera solamente, en caso de que hubiera un maremoto que afecte a la región.
En tanto, el embajador Hiraishi dijo que “somos vecinos a través del Pacífico, con una distancia de 16 mil kilómetros. Cuando ocurre un terremoto y tsunami en Japón, se puede demorar 24 horas en llegar a Chile y viceversa”. De hecho, según recordó la autoridad, tras el terremoto de Valdivia, en 1960, se generó un tsunami que al día siguiente llegó a Japón “y generó mucho daño”, indicó.
En este contexto, añadió que Chile y Japón están enlazados a través de estos desastres naturales.
“Entonces, es muy natural que Chile y Japón compartan y cooperen para enfrentar este tipo de desastres. Podríamos decir que somos un hermano sísmico y hablando desde la historia, Japón tiene más años de experiencia en el tema, así que sería el hermano mayor”, sonrió.
Desde hace un tiempo que Japón coopera con Chile en la investigación y la tecnología aplicada a la detección y protección de estos eventos naturales que han generado grandes catástrofes en el mundo y miles de muertes.
Ejemplo de ello es el avance en construcción antisísmica, sobre todo de edificios, para que resistan mejor los movimientos.
La norma chilena se ha ido modificando, de acuerdo con las normas japonesas, un país donde la ocurrencia de estos eventos se ha vivido con mayor frecuencia a lo largo de los años.
Según datos entregados por el director nacional de la Onemi, de los últimos 29 grandes sismos que han ocurrido en el mundo, 25 se han producido en la cuenca del Pacífico, que es donde se encuentran ambos países, y de ellos, cuatro han sido en Chile, cuyas magnitudes mayores fueron de 8,2 y 8,3, en Iquique y Coquimbo, respectivamente.
Otro ejemplo de cooperación y coordinación entre ambos países se da en materia de educación. Según la autoridad japonesa, en estos días se llevó a cabo una cumbre escolar de tsunamis en Japón, en la que participó una escuela de Arica, representado a Chile. “Se espera que estos jóvenes aprendan de tsunamis en Japón para que se conviertan en expertos en la materia a su regreso”, destacó.
@ElizabethMurga