Los guías de turismo que ejercen en la Región de Magallanes conocieron en profundidad la amenaza que el castor como especie invasora constituye para los ecosistemas de la Patagonia, y analizaron la forma en que pueden contribuir en la detección temprana de los sectores que están siendo afectados.
Ad portas del inicio de una nueva temporada alta de turismo, resulta fundamental que los guías estén capacitados y comprendan la necesidad de tomar acciones para combatir la invasión de castores en la Patagonia y de esa manera preservar ecosistemas nativos que se han visto severamente afectados desde que esta especie fue introducida en Tierra del Fuego en 1946. Así lo destacó el coordinador nacional del proyecto GEF Castor, Felipe Guerra, quien resaltó que “el turismo es uno de los sectores fundamentales del proyecto. Ellos son nuestros ojos en lugares a los que no podemos llegar y por ende son claves en lo que es monitorear el castor y es necesario fortalecer sus capacidades”.
Debidamente capacitados, los guías podrán identificar en terreno señales de castores, como árboles roídos, madrigueras o castoreras, las que podrán notificar para su monitoreo posterior. Además, en su labor junto a los turistas nacionales y extranjeros que visitan la zona, podrán transmitir conocimientos valiosísimos acerca de cómo esta especie ha llegado a ser uno de los principales desafíos medioambientales del presente.