Los últimos estudios públicos y encuestas muestran que la delincuencia es la mayor preocupación de los chilenos. Si bien, construir un país seguro es labor de todos, el Estado es el principal garante de la seguridad de los ciudadanos y debe cumplir esta labor con el mayor celo, pues es la más importante de sus funciones. En Punta Arenas nos hemos encontrado que las soluciones a esta problemática han escaseado y hace un tiempo tuvimos la quema de vehículos en la vía pública y este año hemos tenido numerosos robos de automóviles. La gente está inquieta, preocupada. Hay temor en la ciudadanía, por eso es muy valorable que los alcaldes tomen iniciativas para abordar los problemas relativos a la delincuencia, sin perder la perspectiva de que estas medidas sólo pueden entenderse como complementos a la labor policial y al trabajo de las fiscalías. Cada vez es más común conocer personas que han sido víctimas de alguna forma. Hace sólo unos días supimos de casos que ocurren en un populoso sector de Punta Arenas. Más allá de las cifras del gobierno de turno, queda la sensación de que el país es cada día más inseguro y la delincuencia más agresiva. Y se ha instalado una amarga sensación de impunidad y que cada quien debe arreglárselas como pueda. Carabineros apoya la iniciativa del municipio local, porque también se dio cuenta de que todo suma y que la gente quiere volver a vivir de manera segura y tranquila.