Siete años se cumplieron ayer del deceso de un joven de 22 años, que fue brutalmente asesinado, y cuyo caso se ha transformado en un verdadero enigma policial, ya que hasta hoy, aún no hay culpables.
Eric David Santana Cárdenas falleció dos meses después de su ataque, un 21 de mayo de 2013, en el Hospital Clínico de Magallanes por una falla multisistémica producto de una brutal agresión, cuando fue hallado a un costado de su vehículo la tarde del 20 de marzo de 2013, cuando fue hallado tirado y sangrando al costado de su vehículo, en prolongación de calle Ignacio Carrera Pinto, crimen que hasta hoy se ha transformado en un verdadero puzzle policial sin resolver.
Elicia Cárdenas, madre del joven asesinado, relata que durante todo este tiempo no sabe si la causa se mantiene en proceso. “Hace más de tres años que el fiscal no ha hablado conmigo, y durante ese tiempo la PDI, cambió de detectives, y dijeron que estaban investigando, pero hasta la fecha no he tenido nociones de nada. Al final uno deja de ir porque a uno le hace mal, como también no nos dicen nada concreto. No sé si el caso avanza algo, incluso hace un tiempo me preguntaban si yo había investigado por mi cuenta, pero ese no es mi tema, ellos son los especialistas. No he tenido ninguna noticia”.
Sin poder encontrar respuestas ante la justicia, la madre del joven fallecido solo se resigna a decir que perdió la fe en que se logre hacer justicia con la muerte de su hijo. “Encuentro que en este país la justicia no es certera. Algunos tienen suerte de poder encontrar a los culpables. Es extraño que en Punta Arenas que no es una ciudad grande nadie diga nada. Puede haber personas que pueden colaborar anónimamente, porque con mi hijo se ensañaron, nunca he entendido el tema. En lo personal me hace mal preguntarme que pasó. La verdad que nadie me da respuesta, tanto tiempo que ha pasado no sé si el caso se ha cerrado o no”:
Elicia Cárdenas, relata además que producto de la pandemia, tampoco pudieron visitar la tumba de su hijo, al estar cerrado el cementerio. “Para mi es como que hubiese ocurrido ayer, como que pasan los años, pero los sentimientos lo tenemos presente junto a sus hermanos. Tampoco hemos podido visitarlo al cementerio con esto de la pandemia. Para nosotros es muy difícil que un hijo no esté.. No tengo palabras como describir esto, porque antes mi corazón eran tres y ahora son dos”.