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Las catástrofes que nos cambiaron la vida

Terremoto blanco y pandemia: las 2 peores tragedias de los últimos 25 años

politica
13/09/2020 a las 14:02
Gerardo Perez
2976

Ambos hechos provocaron una crisis económica en la región más austral del país: la primera debido al efecto de millonarias pérdidas en la ganadería y en la pesca, mientras que en la segunda los efectos aún continúan producto del confinamiento, la cesantía de miles de magallánicos y el cierre y quiebra de numerosos negocios y emprendimientos.

Era un 2 de agosto de 1995, y Magallanes comenzaba a enfrentar el peor frente invernal de los últimos 40 años. Ello alertó de inmediato a  las autoridades del nivel central. Pese a que durante los primeros días parecía normal, se extendió inusualmente con la llegada de un nuevo frente que ocasionó un descenso de las temperaturas (bajo los -14° Celsius)  y con grandes nevadas. 

La nieve obstaculizó caminos y dejó aisladas a cientos de comunidades.

La ganadería magallánica se vio afectada rápidamente, debido a que el forraje almacenado para situaciones de malas condiciones meteorológicas comenzó a escasear y los ganados ovino y bovino fueron atrapados bajo metros de nieve. 

El Gobierno decretó estado de emergencia.

Entre 10 mil y 12 mil familias fueron damnificadas por el terremoto blanco que sepultó viviendas y distintos tipos de bienes. Los más afectados fueron los ganaderos. Se estima que en la región murió en promedio el 20% del ganado ovino, y en zonas de la isla grande de Tierra del Fuego estas pérdidas alcanzaban el 80 %. 

Entre los días 5 y 11 de agosto murieron un total de 176 mil ovinos en Magallanes.

Quienes también se vieron afectados fueron la industria pesquera de crianza con la pérdida de más de 20 mil truchas y 50 mil salmones. Por otro lado, gran parte de la fauna endémica de la zona sufrió fuertes bajas, como en el caso del huemul. 

En la agricultura hubo pérdidas por un total de 3 millones de dólares.

Las comunas de la región quedaron aisladas y personas que requerían tratamiento médico en la capital regional no podían acceder sido muy afectadas en su salud.

Buses y vehículos quedaron atrapados en medio del camino y uno de los hechos más recordados por algunos natalinos, fue un bus que quedó atrapado en la carretera a la capital regional que venía con pacientes que debían dializarse.

En dicha oportunidad no se debieron lamentar vidas humanas, sí las de miles de animales.

Pero debido a las pérdidas sufridas por la industria ganadera y pesquera, la economía regional se vio fuertemente afectada.

Tras 25 años de aquel hecho histórico que aún está presente en la memoria de miles de magallánicos, hoy la región vive otra de las peores tragedias.

El Coivd-19 llegó a cambiar la vida de los habitantes del fin del mundo. A fines de 2019 se veía como lejana aquella pandemia que afectaba a Asia, y no se pasaba por la mente de ningún habitante de esta zona que dicho virus llegaría a Magallanes, sin embargo, en plena temporada turística, las autoridades comenzaron a prepararse para el posible arribo del virus al país tras comenzarse a extender por distintas partes del mundo.

El 3 de marzo, el exministro de Salud Jaime Mañalich anunciaba el primer caso de Coronavirus en Chile y 15 días después se anunciaba el primer caso en Magallanes. Ello rápidamente se extendió y obligó a los magallánicos a confinarse durante todo abril. El peak de contagios en Chile se registraba en Magallanes y las autoridades comenzaban a señalar que el virus había ingresado por esta región y que este pudo haber estado desde mucho tiempo antes en la zona.

Dicha pandemia ha afectado a miles de familias magallánicas que han perdido sus empleos y el virus no de tregua. 

Hoy Magallanes vive uno de los peores momentos tras una nueva ola que está lejos de terminar.

A la fecha ya van 5.171 personas contagiadas con Covid, de las cuales se mantienen 1.291 personas activas y han fallecido 50 personas.

El daño económico ha marcado a los comerciantes magallánicos y de aquellos que han perdido sus empleos.

Una pandemia que está lejos de desaparecer y que quedará guardada entre los magallánicos como una de las peores tragedias.

A continuación diversas opiniones respecto de 1995 y 2020.

Arturo Díaz:

“El terremoto blanco era impredecible en tanto que los efectos de la pandemia eran totalmente previsibles y se podría haber ideado un plan integral, sanitario y económico tomando como experiencia lo ocurrido en otros países que nos llevaban meses de ventaja en cuanto a la aparición y daños provocados, lamentablemente en cuanto a la pandemia hemos visto un circo de improvisaciones y desaciertos que lamentablemente repercuten provocando desconfianza y la sensación de que cada uno debe salvarse como pueda.

La similitud puede ser vista como consecuencias económicas nefastas. El terremoto blanco afectó a un sector limitado de la economía regional, en tanto que la pandemia ha afectado transversalmente a diferentes sectores productivos y de servicios, provocando índices de cesantía históricos, lamentablemente no se aprecia en la actualidad la voluntad política del Gobierno a solucionar, pero de verdad, la problemática económica que afecta a millones de chilenos y chilenas, burocratizando al extremo la entrega de ayuda social haciendo que muchas personas no puedan acceder a ella.

Son situaciones muy diferentes, en cuanto al terremoto blanco, al ser un problema local y que afectaba solo a un segmento de la actividad económica la focalización para la reactivación fue más fácil y desde el punto de vista sanitario no es comparable con la pandemia, en tanto que en la situación que estamos viviendo en la actualidad el escenario es mucho más complejo y para poder salir de esto se requiere el trabajo en conjunto de todos los entes involucrados, apoyo económico del gobierno concreto para las familias en situación de vulnerabilidad, que en la toma de decisiones primen criterios sanitarios por sobre los económicos y como último punto, que la ciudadanía tome conciencia de que estamos enfrentados a la crisis sanitaria más grande que ha enfrentado nuestro país y se necesita la colaboración de todos y todas para salir adelante”. 

Sandra Amar:

“El invierno de 1995 aún se mantiene en el recuerdo de nosotros los magallánicos, producto de las bajas condiciones climáticas que daban muestra de un invierno extremo.

 El fenómeno se caracterizó por temperaturas extremadamente frías, fuertes vientos, precipitaciones de lluvia y nieve que pocas veces se han registrado en la historia de Magallanes, es así como recordamos el denominado terremoto blanco. 

Este terremoto provocó problemas de conectividad por caminos cortados en la región, suspensión del cruce marítimo, daños en infraestructura portuaria y pérdidas de la producción ganadera. Se decreta Estado de Emergencia.

Han pasado 25 años de aquel acontecimiento, y nos vemos enfrentados a una adversidad sanitaria, la cual afecta a la comunidad entera y ha exigido tanto del sector público como privado y con el apoyo irrestricto de la sociedad civil el mayor de los esfuerzos para superar esta pandemia no solamente sanitaria sino también económica y social que ha afectado fuertemente a todos los sectores de nuestra región y país.

En estos momentos difíciles, esperemos que el espíritu de unidad y solidaridad que existió en el terremoto blanco pueda ser reencontrado y reanimado también en esta oportunidad”.

Juan Morano:

“Creo que son situaciones que no son comparables, más allá que ambas sean hechos relevantes en la historia regional.

Veo grandes diferencias, la primera de ellas el terremoto blanco un hecho producto de las inclemencias del tiempo, aunque no improbable que ocurra en Magallanes, con una duración breve y de impacto sólo en un área de la economía. Mató ovejas, que tarde o temprano serían faenadas, y no personas. El efecto fue acotado, sólo a parte del territorio de Magallanes, sin impacto en el país o el mundo, el aislamiento intercomunal breve, angustia muy alta inicial de no saber qué pasaba con las personas y vehículos aislados. 

Lo símil es que como toda contingencia importante requiere del esfuerzo de todas y todos para salir adelante, de gente capacitada y en condiciones de tomar las decisiones adecuadas.

Hoy necesitamos que la autoridad tome las decisiones en forma oportuna, con conocimiento y que la ciudadanía, nosotros todos y todas, llegue al convencimiento que se están haciendo los mejores esfuerzos con las capacidades existentes. Hoy es un cúmulo de medidas y contramedidas que se ven como insuficientes e ineficaces y que terminan generando más rechazo que efecto en la pandemia.  ¿Se restringe la circulación vehicular, para que los móviles de salud y emergencia, sean fiscalizados?  No se percibe que restringir el uso de vehículo sólo un día a la semana, cuando sólo se pueden salir, no provoca efecto alguno, es decir ya hay restricción para 5 días, qué sentido tiene esa medida, o efectivamente se quería restringir a quien deben circular por la misma pandemia u otra emergencia a diario, desconoce la autoridad que en Magallanes es habitual que exista más de un vehículo por hogar. En esa medida ejemplifico lo señalado, también hay barreras sanitarias, pero no se exige PCR, no hay cuarentena, entran y salen sin aislamiento, los Alcaldes de Porvenir y Puerto Williams, desde el inicio piden, transformar su aislamiento geográfico en una oportunidad y ventaja, pero no se les escucha. El ministro dice que circulan muchos camiones por la frontera, desconoce el Señor ministro que el abastecimiento de la Región y de la Isla de Tierra del Fuego depende de que esos camiones lleguen a tiempo y oportunamente.  Deciden abrir parques nacionales y envían Guardaparques, se les hace el examen PCR, pero se les manda a trabajar sin esperar resultados, a pesar del riesgo para la salud de esos trabajadores de Conaf, por cierto, que estaban positivos, es decir no aplica para toda la afirmación que mientras no se reciba el resultado del PCR se debe mantener aislado.

Lo fundamental es tener autoridades que sean capaces de generar confianza en la comunidad, para que sus medidas se apliquen y se sientan como eficaces, se necesita transparencia en la información. Hoy sólo se informa lo mínimo, del resto nos enteramos gracias a las diversas redes que dan a conocer diversas materias y luego la autoridad termina reconociendo. Sólo así y con vacuna saldremos de esta con bien”.

Miguel Sierpe:

“En mi punto de vista, no existen muchos puntos de comparación y realidades, excepto que los dos son daños importantes para la economía regional, no tiene desde mi punto de vista un parangón. 

Hay varias cosas que son diferentes, una de las cosas más importante, es que la comunicación del Gobierno Regional del año 1995, cuando yo era Consejero Regional, el intendente regional tenía un sistema de comunicación directo con el Presidente de la República y eso provocó que el intendente de la época, pueda llamar al Presidente y una reacción inmediata fue enviar al subsecretario del Interior a Magallanes y tuvo la atención inmediata del Gobierno y frente a eso tengo una mirada distinta a la atención que hoy día tenemos  de las autoridades centrales, por tanto, hay una diferencia hay notable para enfrentar la situación. 

En ese tiempo no tuvimos muertes de personas, más allá de que quedaron personas atrapadas en el camino pero que fueron subsanadas en lo inmediato, en cambio hoy en día ya tenemos en lo oficial  declarados 50 fallecidos una diferencia transcendental, en ese momento hubieron daños económicos importantes, daños en infraestructura, el muelle en la chipera,  el cierre de los caminos el aislamiento, pero fueron cosas que subsanaban, además con la perspectiva clara de que era un fenómeno de que iba a pasar  y que en los próximos días íbamos a tener la final de esta catástrofe. Hoy en día la verdad que la catástrofe de la pandemia nos tiene bastante complicados porque no sabemos cuándo va a terminar, lo que tenemos claro es que estamos viviendo un momento que es el más agudo, el más complicado de lo que lleva la situación y sin una fecha de término importante.

El daño económico hoy día es bastante mayor y sin duda, no tiene comparación con lo que fue en su momento la situación de 1995 y también decir que las autoridades regionales de ese tiempo eran todas magallánicas, conocían la situación, había una posición mucho más de unidad a nivel regional que hoy no la veo.

Hoy se ven diferentes actores tratando de hacer cada uno por su cuenta cosas que puedan ayudar a resolver esta situación y en la medida que son aisladas no logran tener el existo que debiesen tener, creo  que esa manera de superar el conflicto de 1995 marca una gran diferencia  con lo que significa la pandemia el día de hoy, los servicios públicos cumplieron un rol importante aquí, Obras Públicas jugó un rol transcendente acá y creo que las autoridades tenían otro nivel de escucha en el nivel central y hoy día se marca la diferencia y el tema de hoy es mucho más grave porque afecta fuertemente a una cantidad importante de magallánicos, una cantidad inmensa  de personas infectadas que han sufrido la enfermedad y hay muchos que después de haber superado la enfermedad  podrían quedar con secuelas, por lo tanto hay un daño humano que es mucho más grande que el del año 1995”.

Arturo Storaker:

“La primera similitud es que ambas tienen partidas en falso, o sea tienen un problema en los inicios de cuando se afronta a un fenómeno de magnitud, saber afrontarlos, porque no basta tener plata, hay que tener, la cosa tiene que ser focalizada, la primera ayuda en el terremoto blanco que era llegar a los sitios, la verdad resulto bastante desastrosas, no podían volar los helicópteros, los vehículos no llegaban, o sea lo primero que podemos decir es que al comienzo no se parte bien, frente a la magnitud del hecho de la naturaleza, después se empiezan a rearticular el cómo se puede ayudar  y cuando uno empieza la ayuda, empiezan las críticas, de lo que se hizo mal, de lo que es insuficiente, que no está llegando como debería llegar a todas las partes en igualdad de condiciones y lo mismo pasa en la pandemia, inicialmente se parte bien, nosotros fuimos primeros y ni si quiera lo notamos, hasta que la cosa se desató, ósea, la partida también mala, después los recursos  no llegan a la misma velocidad que las necesidades, ósea mientras llega la ayuda a las necesidades parte del daño  ya está en camino, esas son las primeras similitudes en la partida.

Después la comprensión del evento, cuando uno ve esta magnitud, es difícil  de cuantificar y por supuesto en la forma en que las autoridades dirige la ayuda, recibe críticas, porque primero que se está gastando en lo que no se debiera gastar o simplemente se fue por otro lado, poner de acuerdo a los distintos actores afectados en que la ayuda es efectiva  ósea en el tiempo siempre hay críticas y lo mismo pasa en la pandemia, la ayuda va llegando pero también se critica los sectores que quedan abandonados, sectores que no llegó, empiezan las ollas comunes, gente que quedo afuera, etc. Esas son las similitudes más fuertes que tienen.

Ahora el manejo en general es muy similar, ahora tiene que ver mucho el equipo que puedas armar para afrontar esto y que realmente traspase sus prioridades a la gente afectada, uno son los ganaderos y de aquellos que viven en esa actividad económica, y las vías de comunicación y la forma en que está afectando y eso el equipo a veces no lo sabe canalizar, de que a veces hay unos primeros, otros segundos, y otros que realmente quedan afuera por ‘x’ motivos.

  Lo principal es que los actores, concurran en alguna comisión donde realmente estén representados los intereses que están afectando producto de la crisis, si tú tienes en el sector en el caso del terremoto blanco, un sector de la ganadería, otro en transporte, otro las vías de como ocasiones, en la ayuda tienen que estar esos actores, para que en eso haya un consenso lo más que se pueda, dentro de la ayuda que va a dar el estado y que se entienda hasta donde va a llegar y eso cuesta mucho y lo mismo pasa acá, nos empezamos a enterar por la prensa de que Chile es más pobre, que la pobreza aumentó, a pesar de toda la ayuda del Estado, porque se supone que te va a dejar en las mismas condiciones. Siempre tu quedas más disminuido de lo que eras inicialmente, a pesar de que tu coordines adecuadamente todos los organismos. Aquí en el tema de la pandemia, cada vez que aplicamos medidas más estrictas, los afectados patalean, si tú la cambias para otros esos patalean también, ósea siempre va haber un pataleo, de aquel que la medida lo afecta más y eso es tan recurrente en todas las crisis digamos”.

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