El pasado 2 de febrero, se cumplió un año del fallecimiento del destacado abogado, diplomático, historiador y académico chileno, José Miguel Barros Franco.
En 1945, ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores. Desde 1950, cumplió labores en seis gobiernos distintos, desde Juan Antonio Ríos hasta Patricio Aylwin.
Fue embajador en los Países Bajos (1976-1978), los Estados Unidos (1978-1981), Perú (1981-1983) y Francia (1990-1994), los tres primeros durante el gobierno militar.
En el marco de los conflictos limítrofes entre Chile y Argentina durante los años 60 y 70, Barros fue embajador en misión especial en Londres (Reino Unido) en funciones de agente de Chile, para el arbitraje relativo a la región del río Palena (1965-1967) y ocupó el mismo rol en la capital británica y Ginebra (Suiza) para el diferendo relacionado con el Canal Beagle (1971-1978).
En 2009, fue electo como presidente de la Academia Chilena de la Historia del Instituto de Chile, entidad a la que había ingresado en 1977.
En 2014, fue convocado por el segundo Gobierno de Michelle Bachelet para integrar el comité asesor para la demanda de Bolivia ante el Tribunal de La Haya.
Durante su carrera publicó los libros “El caso del Baltimore”, “Palena: Un río, un arbitraje”, “Cartas sobre la mesa” y “Pedro Sarmiento de Gamboa: Avatares de un caballero de Galicia”.
“Su legado es invaluable”, afirmó en 2012, el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno, durante un homenaje realizado por Cancillería a la figura de Barros.