El presunto autor de casi quitarle la vida a su exconviviente, un sujeto de 34 años de iniciales D.M., estará recluido en la cárcel. Así lo dispuso el Juzgado de Garantía de Punta Arenas, que ordenó la prisión preventiva mientras se investigue el femicidio frustrado.
La víctima soportó las agresiones del imputado al menos durante cuatro días. Hasta el sábado, ambos llevaban tres meses de relación y compartían un domicilio en calle Jorge Montt.
Presuntamente, ese día el hombre ingería alcohol y no dejaba dormir a su pareja, quien le llamó la atención. Alterado, la amenazó de muerte con un cuchillo mientras la agarraba del cuello.
Tras ser detenido, el tribunal supo de esta situación y ordenó que el imputado abandonase el hogar común. Además, no podía acercarse a la víctima en un radio menor a 100 metros.
Sin embargo, el miércoles quebrantó la orden de alejamiento. Bajo los efectos del alcohol, ignoró la medida cautelar impuesta y encaró a su expareja. “Sé que me delataste, me las vas a pagar”, habría dicho entre improperios.
Presuntamente, comenzó a golpear con pies y puños a la mujer, para después agarrarla del cuello y asfixiarla. La víctima se quitó de encima al agresor con un golpe de rodilla en su zona genital. Descalza, huyó del hogar y solicitó auxilio, siendo socorrida en el Regimiento de Pudeto.
El imputado también se fue del lugar, pero sería detenido por Carabineros a mediodía del miércoles. Tras constatar lesiones, lo trasladaron a los calabozos de la comisaría, donde pasó la noche.
Al día siguiente, la Fiscalía lo formalizó por femicidio frustrado. “El estrangulamiento es una conducta idónea para ocasionar la muerte de una persona, sobre todo si se trata de dos personas con equidad de fuerza, como lo es un hombre maduro contra una mujer”, dijo el fiscal Sebastián González.
Por quebrantar la orden de alejamiento, el Ministerio Público lo investigará por desacato. Como medida cautelar, solicitaron al tribunal que el presunto agresor fuese enviado a la cárcel.
La defensa del imputado argumentó que las lesiones de la víctima –esguince en el cuello y erosión en rodilla– no evidenciaban una intención homicida. “Si esos elementos se están invocando para calificar que aquí hay un femicidio tentativo, nos parece una exageración”, dijo el abogado Guillermo Ibacache.
Sin embargo, el juez Ricardo Larenas determinó que existían antecedentes suficientes para acreditar que la seguridad de la víctima y de la sociedad estaban en riesgo. Por ello, ordenó la prisión preventiva para el imputado.
“Si la víctima no se hubiese zafado del imputado con ese golpe en la zona genital, ¿qué hubiese pasado? ¿Estaríamos frente a unas lesiones? ¿O simplemente la víctima no estaría? Esa es la consulta que dejo planteada”, manifestó el magistrado.