Ayer el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas sentenció a Carlos Piña Aguilar a 541 días de reclusión domiciliaria nocturna y una multa de casi 200 mil pesos. El joven –que además quedó inhabilitado para conducir por dos años– fue condenado por manejar en estado de ebriedad y sin haber obtenido licencia de conducir.
El tribunal dio por acreditados los hechos sucedidos el 30 de agosto. En horas de la madrugada, funcionarios del Ejército fiscalizaban el cumplimiento del toque de queda en la intersección de Cirujano Videla con Carlos Condell. Los militares hicieron señas a un Toyota Corolla que circulaba, pero su conductor evadió el control.
La persecución se extendió por otros dispositivos que fiscalizaban el toque de queda, hasta que el vehículo perseguido reventó dos neumáticos en Rómulo Correa. Los funcionarios se percataron de que el conductor no tenía salvoconducto ni licencia. Además fue arrestado por manejar con 1,27 gramos de alcohol por litro de sangre.