A poco más de dos años del estallido social nadie iba a imaginar que en la próxima contienda electoral se iban a enfrentar José Antonio Kast, duro opositor a la insurrección violentista que afectó al país por varios meses, y Gabriel Boric, cuya firma fue clave para llegar a un acuerdo de gran parte de la izquierda -a excepción del Partido Comunista, que hoy lo apoya- y otras fuerzas políticas. Otros tantos tampoco iban a imaginar que a un mes y medio de las elecciones las funas y las agresiones que sufrió Kast en Puerto Natales le iban a sumar adherentes, especialmente aquellos que están hastiados de la violencia ciudadana. Y si nuevamente volvemos a atrás, hace unos meses muy pocos se iban a imaginar que en la primera vuelta presidencial venciera José Antonio Kast sobre Gabriel Boric (27,9% contra 25,8%, con 99% de los votos escrutados). Esto dejó al republicano en una posición expectante para el balotaje, no solo por el simbolismo de haber logrado un triunfo en primera vuelta (en las últimas cinco elecciones presidenciales el vencedor de la primera votación ha vencido la siguiente). Los votos de los candidatos que no son de izquierda –Kast (27,9%), Sichel (12,8%) y Parisi (12,8%)– suman un 53,5%. Los de izquierda –Boric (25,8%), Provoste (11,6%), MEO (7,6%) y Artés (1,5%)– llegan a 46,5%. En teoría, el gran desafío de Kast para ganar el balotaje –más allá de los imponderables de cualquier campaña– es sumar a la mayor cantidad de electores de Parisi. Si logra que la gran mayoría de los electores de Parisi se sumen a su opción tendría asegurada su llegada a La Moneda. Expertos electorales estiman que los votantes de Parisi, a quien Kast evitó criticar durante la campaña, tienen un perfil similar al del republicano. Pero para ganar Kast no solo tiene que hacerle guiños a Parisi, sino convencer a su electorado. Sus adherentes son en su mayoría personas de clase media y clase media baja. El 2013 votaron en su gran mayoría por Evelyn Matthei en contra de Michelle Bachelet, según un estudio del cientista político Mauricio Morales. Hubo, eso sí, una variación en el discurso de Parisi de estos comicios con los de ese año, ya que se mostró mucho más crítico de los grupos empresariales. Con el triunfo obtenido en la primera vuelta Kast allanó el camino para sumar a Chile Vamos y unir a la derecha bajo su candidatura. En su discurso, el republicano convocó incluso a los sectores oficialistas más reacios a su opción, como Mario Desbordes, Ignacio Briones y Joaquín Lavín.