Ayer, el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas sentenció a un taxista que defraudó a uno de sus pasajeros con casi 323 mil pesos. Tendrá que pagar la cifra desviada como multa y deberá someterse a un programa de intervención de Gendarmería durante 541 días.
El delito se perpetró en septiembre del 2017. Tras una noche de fiesta, la víctima abordó el taxi del acusado a las 06:15 horas. Como no tenía dinero para cancelar el transporte lo trasladaron a la sucursal del ServiEstado ubicado en Independencia con Martínez de Aldunate. Ahí sacó 40 mil pesos de su cuenta corriente y le pagó al taxista.
Casi 30 horas después, el afectado se percató que no mantenía la tarjeta de débito en su poder. Se dirigió al banco BCI para revisar la cartola de su cuenta y se percató que el acusado hizo un giro por 160 mil pesos. Además, se habían realizado dos compras en las tiendas La Polar y Ripley por casi 163 mil.
El taxista fue enjuiciado el lunes. Durante la audiencia testificaron tres funcionarios de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) de la PDI y se exhibió las cámaras de vigilancia de las tiendas comerciales donde hizo las compras.
Aunque arriesgaba tres años de cárcel, el acusado podrá cumplir su pena en libertad. El tribunal acogió dos atenuantes: irreprochable conducta anterior y reparación del mal causado. Esta última se consideró porque el taxista pagó 700 mil pesos a la víctima a modo de compensación.
De este modo, la sentencia se rebajó a 541 días de cárcel y pudo ser sustituida por la remisión condicional. Durante todo ese tiempo, el individuo queda sujeto al control del Centro de Reinserción Social (CRS) de Gendarmería. Además, tendrá tres meses para cancelar la multa de 323 mil pesos.