La Residencia Familiar de Adolescencia Temprana de Punta Arenas fue el espacio escogido para lanzar el Servicio Mejor Niñez. Bajo un cielo nublado y en un patio con juguetes esparcidos, las autoridades regionales profundizaron sobre los cambios que promete el servicio que reemplaza al Sename en materia de protección.
“El modelo que existía anteriormente era masivo. Hoy nos encontramos con residencias mucho más pequeñas, con un ambiente familiar y de casa. Los niños conocen su espacio, realizan su actividad cotidiana como si estuviesen en su casa”, dice la directora regional (s) de Mejor Niñez, María Teresa Rodríguez.
Aunque se lanzó ayer, el servicio funciona a nivel nacional desde el 1 de octubre. En Magallanes son 1.120 niños, niñas y adolescentes (NNA) –616 mujeres y 504 hombres– los que reciben la atención. Actualmente se ejecutan 37 proyectos, programas y residencias en la red regional.
La ley que crea Mejor Niñez exige que 18 organismos del Estado –como el Ministerio de Salud o Educación–mantengan una coordinación constante con el servicio para otorgar una protección efectiva.
“Nuestra agenda central es la protección de los niños, el resguardar que los programas y proyectos estén trabajando bajo los lineamientos que establece Mejor Niñez a nivel nacional y, sobre todo, poner en el centro al NNA”, dice la jefa de gabinete del servicio a nivel regional, Paula Salinas.
Las residencias familiares pueden acoger a un máximo de 15 NNA y deben cumplir con una serie de estándares. Además, las autoridades explican que se modifica el proceso de intervención de los menores.
“Uno de los cambios más significativos tiene que ver con la infraestructura, pero sobre todo por las condiciones de vinculación familiar, donde existen tutores de referencia para cada uno de los niños para que puedan desarrollar un proceso de intervención adecuado de acuerdo a sus necesidades”, señala la directora Rodríguez.