El déficit de viviendas sociales en la Región de Magallanes y en especial en la comuna de Punta Arenas ha sido una constante en los últimos años, déficit y demanda que va creciendo en el tiempo, en donde numerosas familias siguen esperando por años una solución habitacional. No son pocos los que entregan testimonios que su espera se prolonga mínimo por cinco años y más, mientras tanto deben seguir pagando arriendo o simplemente viven de allegados en casa de algún familiar.
Es por eso que cuando se anuncia la construcción de viviendas sociales causa mucha felicidad en aquellos futuros propietarios, quienes ven muy cerca esa anhelada necesidad de tener su casa propia, felicidad que no solo llega a ellos, sino que también a su entorno familiar.
Pero por estos días un preproyecto ingresado a la Dirección Obras Municipales, en el cual se construirían cerca de 250 viviendas sociales, ha causado un cuestionamiento en distintos sectores de la comunidad, controversia que no se debe al anuncio propiamente tal, ya que nadie puede estar en contra de soluciones habitacionales, sino por el lugar en el cual se edificará la obra.
En efecto, el terreno destinado a la construcción de estas viviendas se ubica en el sector sur de la ciudad de Punta Arenas, específicamente en calle Manuel Rodríguez, entre las intersecciones de calle Santa Juana y Castro, cuya superficie está cubierta por un bosque nativo que alcanza las cinco hectáreas, vegetación que de hacerse efectiva la obra será deforestada, vale decir, desaparecerán los árboles de ñirres y lengas que por décadas han sido parte del paisaje del sector sur de la ciudad, siendo uno de los pocos pulmones verdes que quedan en las cercanías del centro de la comuna.
Si bien el terreno es de propiedad privada, nadie puede quedar ajeno a lo que podría suceder en el futuro, pues sería un verdadero atentado al medio ambiente a través de la deforestación de este bosque. Es por eso que creemos que las instituciones del Estado, como son el Serviu -que aporta los subsidio-, la Superintendencia de Medio Ambiente, el Sistema de Evaluación Ambiental, Conaf, entre otros organismos, deben pronunciarse y tener una opinión al respecto, evitando la desaparición de esta superficie de bosque nativo.
Sabemos que la empresa privada está para lucrar a través de diferentes obras y proyectos, pero deben hacerlo con respeto, conservando y cuidando nuestra naturaleza. Nadie está en contra de entregar soluciones habitacionales, muy por el contrario, pero en este caso creemos que la construcción de este grupo de viviendas sociales no puede ser a cualquier precio, por eso llamamos a todos a evitar la desaparición de esta superficie cubierta de bosque nativo.