El viernes, un grupo de apoderados protestó a las afueras del Instituto Don Bosco por los casos de acoso escolar que han ocurrido. “Basta de bullying” y “no te quedes callado” fueron algunas pancartas sostenidas por los manifestantes.
Una de las madres que llegó hasta la esquina de Chiloé con Maipú, acusó que su hijo -quien cursa séptimo básico y presenta una discapacidad intelectual leve- ha sufrido acoso escolar desde que se integró a las clases presenciales.
El hecho más grave se produjo el miércoles, cuando fue víctima de una agresión que fue grabada por sus propios compañeros. De acuerdo a su testimonio, el colegio no inició el protocolo que se debe activar en este tipo de casos.
“Se supone que ellos tienen que activar un protocolo que sea óptimo para la víctima y también para el niño que hizo la agresión para que esto no vuelva a suceder”, dice.
El menor resultó con heridas en su cabeza y hombro. Tras constatar lesiones en el Hospital Clínico de Magallanes, el oficial de turno se comunicó con el Tribunal de Familia para que se ingrese la denuncia.
La situación también fue denunciada ante la Superintendencia de Educación. Según la madre del niño, éste no sería el único caso al interior del establecimiento. “Hay un bullying constante y silencioso; esto lo hacen en los recreos, lo hacen en presencia de adultos… Muchos niños sufren y los papás están cansados”, manifiesta.
El menor se recupera de sus lesiones y se reintegró al colegio el martes. Según su madre, desde el colegio le dieron como solución que permanezca en la biblioteca durante los recreos para no sufrir nuevos episodios de acoso. “Eso es un escape de la víctima de sus agresores, es marginar a un niño”, declaró.