La socialización es el proceso mediante el cual las personas aprenden diferentes formas de comportamientos. Esto se produce principalmente durante la infancia y la adolescencia, por ello la familia es una institución altamente significativa. Por otra parte, los estilos parentales se refieren a formas de actuar que tienen los padres con los hijos a lo largo de la infancia, los cuales tienen consecuencias tanto positivas como negativas.
Existen diferentes estilos parentales y son los siguientes:
Los padres autoritarios: intentan modelar, controlar y dirigir las conductas y actitudes de sus hijos de acuerdo con unas ideas concretas, habitualmente rígidas y de carácter absoluto. Estos padres no suelen expresar de un modo abierto su afecto hacia los hijos, tienen poco en cuenta sus intereses o necesidades inmediatas, y las normas que aplican suelen ser impuestas sin darles ninguna explicación. Valoran la obediencia como una virtud y recurren a los castigos para frenar la voluntad de sus hijos cuando piensan que estos no están actuando correctamente.
De acuerdo a investigaciones se sabe que este estilo parental provoca en los niños baja autoestima, escasa motivación hacia el logro, sumisión o, por el contrario, rebelión y agresividad. En el futuro, adopción del estilo autoritario como modo de relación conyugal y paternal en su propia familia.
Los padres permisivos: se muestran poco interesados en establecer normas, ser exigentes o ejercer control sobre la conducta de los menores. Estos padres dotan de gran autonomía y tratan de comportarse de un modo no punitivo hacia los impulsos, deseos o acciones de sus hijos, con quienes incluso consultan las decisiones sobre pautas educativas y les dan explicaciones sobre las normas familiares. Estos padres permiten a sus hijos tanta libertad como sea posible y no les exigen que obedezcan normas o se ajusten a las expectativas que socialmente pueden recaer sobre ellos.
Esto niños desde pequeños aprenden que ellos son los que mandan y que se pueden imponer a sus padres y que los límites no existen. Además, les costará muchísimo adaptarse a la sociedad y al mundo laboral y persistir en él, porque siempre han hecho lo que han querido. Igualmente, tendrán baja tolerancia a la frustración ya que nadie les ha dicho que “no”, y cuando alguien se lo dice, no son capaces de tolerarlo.
Los padres que practican el estilo democrático: son afectuosos. Usan el diálogo con sus hijos, interesándose por sus gustos, intereses y necesidades. Saben poner límites coherentes y mantenerse firmes en ellos, sin ceder en ello. Refuerzan los comportamientos adaptativos de sus hijos. Usan métodos con los que el niño pueda aprender que sus actos tienen consecuencias, dan responsabilidades a los niños conforme a su edad.
Estos niños conocerán sus posibilidades y sus limitaciones, lo que les hará confiar en ellos mismos y tener una excelente autoestima. Serán personas con buenas habilidades sociales, con capacidad de diálogo y negociación. Autónomos e independientes con un gran autocontrol de la conducta.