Una nueva querella tendrá que enfrentar Ji Yida, quien habría montado un casino clandestino en el centro de Punta Arenas. La municipalidad interpuso acciones legales en su contra por romper los sellos y reabrir el establecimiento tras su clausura.
El local fue cerrado por no tener sus patentes comerciales. El Departamento de Rentas Municipales constató que el establecimiento –ubicado en Roca 845, a metros de la Plaza de Armas– funcionaba con sus 75 máquinas de juego de azar sin los permisos respectivos. Por ello, el alcalde Claudio Radonich dispuso el cierre del establecimiento por decreto.
En la madrugada del 18 de mayo, funcionarios de la Dirección de Seguridad del municipio y Carabineros cerraron el portón de acceso con cadenas y candados. En su entrada pegaron sellos con logos municipales y la indicación “clausurado”. Como hecho insólito, en la clausura un ciudadano chino quedó encerrado durante 17 horas y debió ser rescatado por funcionarios de la PDI.
Aunque el local permanecía clausurado, el martes pasado la municipalidad constató que su propietario sacó los sellos y reabrió sus puertas. Por segunda vez en casi un mes, las fuerzas del orden debieron cerrarlo nuevamente.
Según la querella, la reapertura configura un delito de rotura de sellos dispuestos por la autoridad. Según la ley, el ilícito castiga a sus autores con reclusión menor en su grado mínimo y una multa de hasta 570 mil pesos.
El Juzgado de Garantía ya remitió los antecedentes a la Fiscalía. Los abogados del municipio solicitan que se despache una orden amplia de investigar a la PDI y que se empadrone a testigos. También solicitan que se pericie las cámaras de vigilancia del lugar y que se le tome declaración al funcionario municipal que puso los sellos.
Esta no es la primera querella interpuesta en contra del representante legal del establecimiento. El Casino Dreams interpuso acciones legales en su contra por infringir las leyes referentes a loterías, casas de juego y préstamo.