Hace cuatro años se implementó como velocidad máxima en zonas urbanas los 50 kilómetros por hora, lo que busca ejercer un respeto principalmente por el peatón. Porque a esa velocidad el chofer igual alcanza a reaccionar. El exceso de velocidad es la principal causa de muertes producto de accidentes de tránsito en las carreteras de nuestro país, y en especial en la de Magallanes, donde hasta existe una especie de competencia nocturna especialmente los fines de semana en concurridas avenidas y si a ello le sumamos los choferes que conducen bajo los efectos del alcohol se produce la mezcla perfecta para grandes tragedias. Hay un porcentaje importante de personas que no respetan la norma y especialmente acá en Punta Arenas, donde ha sido detectado en dos lugares, en el sector de la Costanera y el otro en Avenida Bulnes. Lo ilógico de las tragedias es que se producen por una voluntad propia del afectado; es decir, o bebe alcohol de manera irresponsable y luego maneja, o al conducir lo hace como si estuviera compitiendo en una carrera. Algo ilógico, pero que se ha convertido en la principal razón de las muertes de conductores y acompañantes. Durante el día, pero por sobre todo durante las noches y las madrugadas, podemos ver en nuestras calles a cientos de inconscientes conductores que transgredan las leyes del tránsito y deambulan a velocidades increíbles, e incluso en el centro se atreven a hacer piruetas y generar altos ruidos molestos. Las últimas muertes por accidentes de tránsito en Punta Arenas han sido causadas por las razones antes descritas, especialmente en Avenida Costanera con numerosos atropellos. Pero lo más preocupante e inentendible es que provocan accidentes mortales, y muchas veces son inocentes los que fallecen por la estupidez cometida por otros. Casos cercanos tenemos de sobra. La tolerancia cero a esta imprudencia, a esta forma de vivir y conducir, debe ser aplicada desde ya. Sin contemplaciones ni análisis previos. Basta de permitir en nuestras calles a personas enfermas tras un volante. Y que ponen en riesgo la vida del resto.