La decisión de la Municipalidad de Puerto Natales de no renovar la patente de alcoholes del Pampa Restobar quedó sin efecto. La Corte de Apelaciones de Punta Arenas acogió el recurso de amparo del dueño del local, por lo que el permiso tendrá que resolverse a través del concejo municipal.
Al Pampa –que se ubica en pleno centro de la capital provincial de Última Esperanza– le habían denegado la renovación de su patente a mediados de junio.
El municipio le comunicó verbalmente a su representante legal, Miguel Abarca Abarca, que no le extenderían el permiso por infringir la Ley de Alcoholes, cuya norma establece que “no podrá concederse autorización para la venta de bebidas alcohólicas a los empleados o funcionarios fiscales o municipales”.
De acuerdo con los antecedentes de la causa, el dueño es funcionario del Ejército llamado a retiro. En su recurso de amparo alegó que la patente no se le otorgó a él como persona natural, sino que a Inversiones Pampa Spa, cuya existencia es jurídica.
En una decisión unánime, la Corte de Apelaciones acogió el recurso interpuesto por el dueño del Pampa. Resolvieron que el municipio actuó de manera arbitraria, pues debió contar con la aprobación del concejo municipal para denegar la renovación de la patente.
“La decisión comunicada al recurrente, se torna en ilegal y arbitraria, ya que, sin perjuicio del conocimiento de la calidad de funcionario público del representante legal de la empresa recurrente, para rechazar la renovación solicitada de la patente de alcoholes, la recurrida debió contar con la aprobación del concejo municipal, cuestión que no se acreditó en autos”, dice el fallo.
La abogada que patrocinó el recurso, Katiuska Muñoz, se mostró conforme con la decisión de la Corte. Indicó que la municipalidad actuó de manera arbitraria “en razón a la formalidad en cómo se comunica la no renovación de la patente. Así lo estableció la Corte de Apelaciones al señalar que no se cumplieron los requisitos establecidos la ley”.