El delito ocurrió el 3 de octubre de 2020 cuando regía el toque de queda en Punta Arenas por la crisis sanitaria. En horas de la tarde, la acusada fue fiscalizada en la entrada del supermercado Abu Gosch por funcionarios de la FACH.
Los efectivos constataron que el pase tenía errores en su tipificación y alineación de números. Al escanearse el código QR, advirtieron que se trataba de un documento adulterado en cuanto a los nombres, apellidos, cédula de identidad y número de folio.
La causa debió ser resuelta en un juicio de fondo, donde compareció el sargento de la FACH que la fiscalizó y dos carabineros que la detuvieron. Rendida la prueba, el tribunal la condenó por uso malicioso de instrumento privado.
Como sanción, los jueces resolvieron que la penada purgue 540 días de reclusión parcial nocturna. Es decir, que tenga la prohibición de abandonar su domicilio entre las 22:00 y las 6:00 horas.