Ayer el Juzgado de Garantía de Punta Arenas sentenció a un hombre que adulteró un cheque que había sido sustraído para cobrar 6.700.000 pesos. Tendrá que firmar mensualmente en dependencias de Gendarmería durante dos años.
De acuerdo con la acusación de la Fiscalía, la víctima sufrió la sustracción de un cheque de la cuenta corriente que mantiene en su calidad de representante legal de una empresa ganadera de San Gregorio.
Un par de días después del robo el acusado concurrió al Banco Itaú con el cheque en su poder. Sus casillas fueron rellenadas sin el consentimiento de su legítimo dueño para cobrar 6.700.000 pesos.
El pago se frustró por la atenta mirada del cajero bancario, quien llamó a la víctima tras constatar que el cheque había sido adulterado.
En un juicio abreviado, el acusado fue sentenciado por falsificación y uso malicioso de instrumento privado. Le impusieron 541 días de cárcel, pero la pena se sustituyó por la remisión condicional. Es decir, tendrá que firmar mensualmente en el Centro de Reinserción Social de Gendarmería durante dos años.