El triste espectáculo que dieron los (as) senadores del país, respecto del proceso de nombramiento del nuevo (a) fiscal nacional se puede resumir en una frase criolla: “El ladrón detrás del juez”, o la otra frase criolla “El diablo vendiendo cruces”. Aprovecho de pedirle disculpas al ladrón y al diablo por compararlos. Usted se preguntará porque me disculpo, y la respuesta es sencilla. El ladrón es quien hurta o roba a otra persona, y en Chile, se les denomina “delincuente”. Los delincuentes comunes están en su mayoría en prisión. Los de cuello y corbata hace poco terminaron clases de ética y otros siguen legislando. Y en el caso del diablo, quien era un ángel que se reveló a Dios, por el concepto del libre albedrío del ser humano (juzgue usted), pagó siendo un “caído del cielo”. En resumen, ladrón y diablo pagan sus culpas, pero resulta que en el circo político chileno, el ladrón y/o el diablo siguen haciendo de las suyas.
Resulta que ahora tienen la desfachatez de menospreciar, denigrar y hasta criticar a personas que le dedicaron años de estudio para lograr una carrera profesional, otros tantos años de estudios para realizar pos títulos y capacitaciones, que para llegar a los cargos que ostentan han tenido que pasar por una serie de pruebas de idoneidad, conocimientos y destrezas, que postularon junto a cientos de otros postulantes, que le han dedicado años de vida a la profesión, algunos (as) de ellos (as) fueron los primeros profesionales en ingresar al nuevo Ministerio público. Es del todo inconcebible que personajes elegidos a dedo por los partidos políticos o que negociaron con esas instituciones un cupo para llegar al parlamento, tengan el despilfarro de hablar mal de un profesional. Personajes que le dedican tres meses a una campaña para llegar a un cargo, hablando mal de profesionales que persiguen la delincuencia en el país. Me imagino las burlas, risas y relajo del crimen organizado, viendo como los “vende humo” destrozan a los profesionales que postulaban al cargo de fiscal nacional, que deberían ser los más respetados del país.
Si ustedes, poco honorables senadores (as) critican de esa manera a una quina de postulantes a Fiscal Nacional, ¿se imaginan que estará pensando la comunidad en general?, ¿no creen que son ustedes los llamados a generar las condiciones para que los postulantes tengan el respaldo de los poderes del Estado para enfrentar el crimen organizado, el narcotráfico y a las empresas que se coluden para cobrar más?, ¿Qué les pasa?, ¿logran entender la importancia de los cargos que ostentan, o están más preocupados de aumentar las asignaciones en combustible para compartir con más familiares?
Y son ustedes mismos los que se sacan la madre unos a otros, los que se golpean, insultan y ridiculizan para tener unos segundos en pantalla, los que ahora están aplicando la “Ley del mínimo esfuerzo” por una nueva Constitución para el país.
Los malos persiguiendo a los buenos, el diablo vendiendo cruces… el ladrón detrás del juez.