Entre mediados de enero y principios de marzo, se llevó a cabo la octava expedición franco chilena “Última Patagonia”, en el Archipiélago Madre de Dios, ubicado en la Provincia de Última Esperanza.
Fueron 47 personas las que participaron de la expedición, liderada por Bernard Tourte, presidente de la Fundación Centre Terre, y que concurrieron a las dependencias del Instituto Antártico Chileno (INACh) para exhibir parte del trabajo realizado en aquella zona.
Las casi 50 personas participantes de la expedición enfrentaron intensas lluvias todos los días y vientos de más de 100 kilómetros por hora, que destruyeron parte de las infraestructuras.
“Tuvimos una meteorología difícil, complicada, que afectó su desarrollo. Aun cuando nos anticipamos tres años preparándola, instalando incluso un container 90 días antes para poder investigar las cavernas”, dijo Tourte.
Las tareas científicas se localizaron en la parte norte del archipiélago, entre Seno Barros Luco y el Estero Egg. Los nuevos hallazgos se traducen en 7.500 metros de nuevos conductos subterráneos topografiados con tecnología digital, el descenso en más de 50 fracturas profundas de hielo (Campo de Hielo Sur) y de caliza, y la existencia de diversas cuevas y sitios de asentamiento humano en el borde costero que fueron transmitidos a la comunidad Kawésqar de Puerto Edén.
Resultados
“Esta zona de caliza se ubica a la altura de Torres del Paine, pero proyectada hacia el Océano Pacífico. Los resultados de este año parecen ser lo suficientemente contundentes para ser base firme a la postulación de patrimonio de la humanidad ante Unesco. Junto a ello se cuenta con una amplia producción de documentales, libros e informes”, manifestó Natalia Morata, vicepresidenta de la fundación.
Este programa es apoyado por el Ministerio de Bienes Nacionales, donde el titular regional, el seremi Sergio Reyes explicó que el Presidente Gabriel Boric busca para Magallanes la protección y recuperación de la biodiversidad en el marco de una gestión eficiente del ordenamiento territorial.
“Podemos decir que los antecedentes preliminares que nos son entregados grafican tres grandes hitos. Primero el escenario ambiental de riqueza inconmensurable, luego el patrimonio arqueológico de la investigación y tercero los signos que perduran y que son propios del pueblo originario Kawésqar. Por eso como Gobierno de Chile apoyamos este tipo de expediciones desde hace ya 20 años”, indicó Reyes.
Respecto a los resultados se subirán a la web de Bienes Nacionales, tal como sucedió con la expedición de 2019.
Por su parte, el director del Instituto Antártico Chileno, doctor Marcelo Leppe manifestó su agrado de ofrecer las dependencias de la institución para la promoción de este tipo de exploraciones científicas.
“Sabemos que tenemos un territorio, el más vasto de Chile, y que además ofrece la mayor superficie de costa. Pero también hay muchos enigmas y desafíos científicos desde lo antropológico, espeleológico y paleontológico. Conozco este trabajo y es un honor que Centre Terre nos haya compartido estos resultados acerca de un lugar tan especial y que busca ser patrimonio de la humanidad”, declaró Leppe.