La Unidad de Fomento (UF) es una medida de reajuste de acuerdo a la inflación, es decir, sube la inflación, sube la UF e incluso aunque sea poco habitual, baja la inflación, baja la UF.
Al momento de su creación en el año 1967, el fin de este instrumento -en su versión original- es la revalorización de los ahorros de acuerdo a las variaciones de la inflación. Esto permite que nuestros ahorros mantengan su poder adquisitivo. No obstante, en el tiempo la utilización de este instrumento se amplía también al sistema crediticio, de modo, que su aplicación ya no se centra sólo en los ahorros, sino que también en el cobro de dividendos, de créditos, de deudas, de planes de salud y hasta para el pago de la educación. En otras palabras, un mecanismo que tuvo la intención de proteger el poder adquisitivo de las familias, se transformó con el paso del tiempo en la pesadilla de los créditos. Claro, la casa siempre gana, ya que nuestras remuneraciones no se ajustan a la inflación, sin embargo, nuestras deudas si lo hacen.
Esta semana la UF supero los $36.000 y con ello, el poder adquisitivo de los hogares en Chile se ve mermado por el desgaste de su dinero. De hecho, en estos 2 últimos años este instrumento se ha incrementado en $6.400. Pareciera poco, no obstante, cuando consideramos un dividendo que en mayo del año 2021 pagaba cerca de los $280.000 mensuales, en la actualidad llega a más de $340.000 mensuales, es decir, una diferencia de $60.000. Ahora, si consideramos un dividendo más costoso, las diferencias superan los $120.000 mensuales en estos dos últimos años.
La razón de este incremento ya no lo podemos atribuir a los retiros de fondos de la AFP, que si bien contribuyeron al aumento sostenido de los precios ya no son parte de las razones actuales. En la actualidad, la causa de este aumento sostenido de la UF, se centra en el estancamiento de nuestra economía, producto de nuestra dependencia internacional que lleva a que las importaciones de muchos productos que llegan a nuestro país sean más costosas. Este hecho entrega muy poca esperanza que un instrumento como la UF se estanque y menos que se reduzca en el mediano plazo. Es más, algunos indican que a finales de año podríamos llegar a los 37 mil pesos.
Si bien el Banco Central ha tomado el control de la inflación, esta seguirá aumentando, pero no a las mismas tasas que vimos hace un par de meses. Eso puede ser una buena noticia para los hogares de nuestro país, que han visto como en estos últimos meses un sector alicaído como el de la construcción ha tomado un nuevo ritmo de crecimiento, si bien bastante discreto, pero al alza.
En todo caso, debemos aún sostener que no es momento para la adquisición de grandes deudas que podrían llevar a la morosidad. Es más, en nuestro país de acuerdo al Informe de Deuda Morosa, ya se suman más de 4 millones de deudores con deudas impagas, donde sólo en el primer trimestre surgen cerca de 400 mil personas que son considerados como nuevos morosos, lo que significa la mayor alza porcentual en los últimos 10 años.
En definitiva, la UF puede ser un arma de doble filo y las familias lo deben tener claro. Para lo anterior, deben considerar que los créditos no son siempre fijos, sino que están sujetos a variaciones que en ocasiones escapan de nuestro control. Es por esto, que antes de tomar cualquier crédito es mejor informarse y evitar malos ratos futuros con deudas que pueden sobrepasar nuestro presupuesto.