Con un emotivo acto organizado por sus colegas guardaparques, Juan Toro Quirilef fue homenajeado tras cumplir 50 años como funcionario de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) en Magallanes en la labor de guardaparques en el Parque Nacional Torres del Paine.
El homenaje se efectuó en el ingreso de la sede administrativa de la unidad, ocasión en que el personal, así como el director regional de la corporación junto al jefe del departamento de Áreas Silvestres Protegidas, acompañaron a Juan Toro, quien se encontraba junto a sus familiares.
El superintendente del Parque Nacional Torres del Paine, Gerson Frías, ofició como maestro de ceremonia del acto, donde colegas de trabajo y autoridades de CONAF entregaron emotivas palabras sobre la trayectoria de Juan Toro y su aporte como testigo del valor mundial que ha obtenido la denominada “octava maravilla del mundo” así como en la formación de nuevas generaciones de guardaparques.
En la ocasión se le entregaron diferentes reconocimientos a su labor, como también a su familia que lo acompañó durante todos estos años.
Juan Toro
Juan Toro Quirilef es oriundo de los alrededores de Curarrehue, Región de La Araucanía, y llegó al Parque Nacional Torres del Paine en febrero del año 1974, específicamente a la Guardería en la Estancia Salto Grande en el sector conocido como Pudeto. Con la incorporación de nuevos guardaparques entre 1975 y 1976, pasó a formar parte de un equipo que tuvo como misión la administración y planificación del área, el reconocimiento y sectorización del territorio, crear condiciones para facilitar el uso turístico y tomar posesión de los terrenos que se fueron incorporando al Parque.
Con un matrimonio que también cumple casi medio siglo, con Rosa Abello Chávez, durante esos primeros años fue trasladado a diferentes sectores del Parque como el sector de Pingo, Laguna Amarga, Laguna Verde y Laguna Azul, donde desde el año 2001 a la actualidad se mantiene como guardaparque jefe del sector de Laguna Azul.
Director de Conaf
El director regional de Conaf, Arturo Rojas, destacó la labor de Juan Toro en el Parque Nacional Torres del Paine en este medio siglo, señalando que es “un orgullo para la institución contar con su presencia y guía para que su historia y experiencia esté a disposición de estos tiempos”.
Tras finalizar el acto, Juan Toro junto a sus familiares fueron agasajados con un asado por parte de sus colegas guardaparques, pero antes de aquel festejo, se trasladó hasta un sector de la administración para realizar la plantación de árboles nativos como símbolo de su pertenencia al territorio al que llegó hace cinco décadas.