Una de las tareas primordiales del Presidente de la República y que está consagrado en la Constitución es velar por la seguridad del país y de sus habitantes.
Las encuestas durante los últimos 12 meses han sido claras, más del 70% de la población aprueba que los militares salgan a la calle y se involucren en misiones de seguridad ciudadana, esto debido a que el esfuerzo que ha realizado Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones no es suficiente, sin embargo, el Mandatario no ha querido acceder a ña petición ciudadanía, sólo hace algunos días se abrió a la posibilidad de que eso ocurriera pero sólo debido a que un político de su coalición lo pidió, algo que para algunos es simplemente una estrategia política debido a la proximidad de las elecciones.
La solicitud de que los militares salgan a la calle es debido a que el ciudadano común y corriente siente que son las Fuerzas Armadas quienes pueden otorgar mayor sensación de seguridad, pero aquello no es la solución.
La verdad es que hoy el país requiere de manera urgente una medida que permita retomar la tranquilidad de este país, pero, lo cierto es que la verdadera dificultad está en que el gobierno hoy no cuenta con un plan y una sola dirección que potencie las labores de todos los organismos del Estado contra la delincuencia. Para ello, se requiere de un liderazgo y del desarrollo de una actividad 100% destinada a esta labor, pero la determinación de aquello debe ser tomada por el Presidente Gabriel Boric y no lo ha hecho y simplemente las palabras se quedan en un discurso y nada más.
Llegó el momento en que el Presidente lidere una mesa de seguridad, una mesa de seguridad con todos los sectores políticos, con el mundo privado y público, crear una gran alianza, en donde además estén involucrados todos los poderes del Estado, y todos tener un sólo mensaje y actuar con firmeza, no ver colores políticos, sino más bien, pensar en el bienestar de cada uno de los chilenos.
Llegó el momento en que el país retome su agenda de seguridad, se combata la delincuencia como corresponde y de esa manera los chilenos volvamos a sentir una percepción de seguridad algo que se perdió hace muchos años.
En Magallanes poco a poco vemos como la inseguridad se siente cada vez más y si a esto no se le pone un pare, la delincuencia se tomará las tranquilas calles magallánicas.