Con diversas actividades, la comunidad educativa de la Escuela Portugal celebró este mes su aniversario 47, con el objetivo innato de su cuerpo directivo y docente por entregar una enseñanza acorde a los estándares que exige la nueva educación pública en este recinto que es administrado por el Servicio Local.

“Este año no solo cumplimos 47 años, sino también el desafío de cómo apuntamos hacia una educación pública. Gran parte de nosotros siempre habíamos trabajado en la educación municipal. Por lo tanto, eso cambia la mirada en cuanto a que nosotros podemos generar la participación y la congruencia en la calidad de una educación que queremos para nuestros niños”  expresó Omar Tapia, director del establecimiento, quien lleva 2 años y medio como la autoridad titular y cerca de 30 años en esta escuela.

De igual manera, el profesional se desempeñó en el recinto educativo como director subrogante durante tres años, nueve años como inspector general y el resto como encargado del mismo.
Hace unos años, este recinto alcanzó albergar a más de mil estudiantes. Sin embargo, debido a la variada oferta educativa en la comuna y otros factores. “También hemos tenido muchos estudiantes migrantes. Que vienen y van”, agregó Tapia.

-¿Cuáles son los objetivos?

“Apuntamos a la calidad de la educación, apuntamos a cursos pequeños y que tengan una buena cobertura curricular, que tengan un buen proceso de aprendizaje y que también nuestros profesores se sientan cómodos, junto con mantener un contacto directo con las familias”.

En cuanto a la matrícula en sus establecimiento,  señaló que “quizás en términos prácticos puede ser, para la lectura de la ciudadanía, que es baja, pero eso lo consideramos como una fortaleza. Tenemos cursos en promedio de 15 a 20 estudiantes”.

Agregó que sí es fundamental la asistencia, “que nuestros niños y niñas vengan al colegio agradados, a instancias atractivas en el marco de un proceso pedagógico interdisciplinario, en los cuales nosotros venimos trabajando hace bastante tiempo a través de la diversificación de la enseñanza y el trabajo colaborativo. Hemos pasado la interdisciplinariedad a los aprendizaje basados en proyectos”.

-¿Cómo aprecia usted a los estudiantes que son descendientes de extranjeros?

“Nosotros somos pioneros en esto. En 1996 ya teníamos extranjeros en la escuela. Sin embargo, ha aumentado en el tiempo. Hace dos años llegamos a tener cerca de 60 estudiantes de distintas nacionalidades, de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y un par de estudiantes argentinos. Pero esto ha bajado porque la población es más dinámica”.

- ¿Mantienen algún tipo de vínculo con la colonia portuguesa?

“Hoy en día llevamos un contacto con el cónsul honorario de Portugal, Tomás Vieira, por algunas cosas fundamentales de Portugal. Por ahí, mantenemos este vínculo de trabajo. También hace un tiempo tuvimos la oportunidad de que un profesor viajó durante la pandemia a perfeccionarse en la lengua portuguesa y a intercambiar estudios académicos, pero fue muy breve porque la pandemia lo pilló allá”.