La vocación de servicio, la solidaridad y la empatía son el combustible de todo aquel que dedica su vida a la obra social y esto es salta a la vista al conversar con Héctor Manuel Aguilar Cárdenas, hombre nacido y criado en Magallanes, quien ha hecho de su vida una obra al servicio público.
Y es que este puntarenense lleva más de 17 años dedicado al trabajo en favor de la comunidad, y al menos 15 de éstos en la presidencia de la Junta de Vecinos N°24 correspondiente a la Población Robert Fitz Roy liderando diversas iniciativas solidarias no solo en favor de sus vecinos sino también de todo aquel que necesite una mano amiga.
Aguilar visitó las instalaciones de Pingüino Multimedia en compañía del analista político y precandidato a concejal por la comuna de Punta Arenas, César Villarroel Lovera, para compartir detalles de la iniciativa de “ollas comunes” que, desde la población Fitz Roy, Aguilar junto a su familia y un equipo de voluntarios vienen desarrollando desde hace más de tres años y medio -iniciando en la pandemia-, y que este domingo tendrá una nueva jornada de servicio.
Hablando con Aguilar, se comprende la importancia del servicio y es que, según sus palabras, “la familia va creciendo”, ya que por diversas razones como el alto costo de la vida, la creciente cesantía y el alza en las cifras de adultos mayores solos, con discapacidad, muchos de ellos desatendidos por sus familias, la necesidad se hace evidente.
“Hay casos de personas que se encuentran en casas tuteladas y reciben una pensión de $112.000. Paga $70.000 en servicios básicos, $20.000 en movilizarse al hospital y alguna medicina y le quedan $22.000 pesos para comer, ¡Todo el mes!, a estas personas hay que ayudarlas”, enfatizó Aguilar.
Por su parte Villarroel, aceptó la invitación para vivir la experiencia de este servicio en primera persona y pudo evidenciar las profundas carencias que atraviesan los beneficiarios de estas ollas comunes, quienes muchas veces no cuentan siquiera con los servicios básicos.
“Me tocó conocer el caso dramático de un destacado deportista magallánico, adulto mayor, quien se encuentra en un estado de abandono y a él lo encontré cubierto entero, sin calefacción, y me mostró su mueble de comida, en el cual no contaba con nada para comer”, lamentó Villarroel.
Un detalle muy importante a destacar es que los beneficiarios de esta obra social son personas en su mayoría adultos mayores, quienes en muchos casos padecen de alguna discapacidad. “Hay personas ciegas, en silla de ruedas, postradas”, señala Aguilar y es por esta razón que el servicio consiste en la preparación de los alimentos para que después éstos sean llevados hasta la puerta de cada uno de los beneficiarios a lo largo y ancho de la ciudad de Punta Arenas.
“Imagínese que hay personas en silla de ruedas y otros que viven lejos, entonces cómo los voy a hacer venir para acá”, enfatiza el dirigente social. De allí la importancia del llamado que ambos hombres comprometidos con esta causa social, que extienden a toda la comunidad local y regional para colaborar, participar y replicar esta actividad, que este próximo domingo llevará el almuerzo a más de 270 personas”
¿Cómo ayudar?
Quienes deseen participar de esta iniciativa pueden hacerlo contactando a Héctor Aguilar al número +56 9 5231 4522 y coordinar los aportes, pues si bien se realizan las ollas comunes, también se preparan y distribuyen canastas familiares a hogares vulnerables.
“Carne, arroz, legumbres, todo sirve”, expresa con humildad Aguilar, quien no duda un minuto en agradecer a su familia, amigos y a todos quienes colaboran en esta tarea, por la posibilidad de seguir llevando un plato de comida a quienes más lo necesitan.
Transversal abandono de las autoridades
Si bien Aguilar muestra a los necesitados su lado más caritativo, es también un aguerrido defensor de sus beneficiarios; característica que lo hace reclamar con determinación la poca o nula gestión de las autoridades locales en beneficio de quienes más necesitan, especialmente los adultos mayores.
El reclamo es transversal, según el dirigente vecinal, pues señala que “ninguno ha venido a conversar con nosotros, preguntar en qué pueden ayudar, saber qué necesitan esas personas”, agregando que entre sus beneficiarios se encuentran personas que otrora fueron prominentes figuras deportivas o destacados magallánicos y que, por diversas circunstancias, cayeron en mala situación, “y ahora en la vejez, los que antes se tomaban la foto ahora les dan la espalda”, comenta Aguilar.
Caso especial que causó la indignación de Aguilar y Villarroel, quien cuenta la historia casi desde la incredulidad, fue el de la diputada Javiera Morales. quien -asegura- en diciembre pasado a través de su asistente social contactó al dirigente vecinal para solicitarle tres canastas navideñas para igual número de hogares necesitados.
Los entrevistados manifestaron que el problema no son las familias, pues ayudar es parte del objetivo, lo realmente inverosímil -según Aguilar- es el hecho de que “una persona que debería ayudar, venga a pedir en nombre de otros”.
A su vez el llamado que realiza Villarroel a las autoridades es a dejar de “ir a tomar once y reunirse solo con los dirigentes vecinales en las celebraciones. Salgan a la calle, metan los pies al barro y experimenten cómo viven las personas que se encuentran en la más precaria situación”.