El ministerio de Defensa argentino reconstruyó la pista de aterrizaje de la base antártica Petrel, en la isla Dundee, frente a la península de la Antártica en la que se comparten territorio Chile, Reino Unido y el país trasandino.
Según información de la cartera del país vecino, fue un avión bimotor Saab-340, de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) el primero que usó la nueva obra pública de ripio compactado. Con este hito, Argentina apunta a establecer, de forma permanente, su base en el continente blanco para potenciar los traslados allí.
En X (antes Twitter), el ministerio de Defensa argentino calificó el aterrizaje como un “histórico logro”, que “refuerza nuestro compromiso y conectividad con la Antártica”: “(La nueva pista) permite explorar capacidades e incrementar la operatividad en el Continente Blanco”, señalaron desde el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Argentina.
El gobierno del presidente Javier Milei ha hecho varios gestos apuntando a la Antártica: en abril pasado, anunció la instalación de una base militar conjunta con Estados Unidos en Ushuaia, la que, según acotó el mandatario, estaría avalado por “el reclamo sobre la Antártica”. Ello derivó en que desde el ministerio de Relaciones Exteriores de Chile espetarna:
“La reclamación argentina de la Antártica es histórica, al igual que la chilena. Y ambas se rigen por el Tratado Antártico, que congela las reclamaciones de los países. La base (con Estados Unidos en Ushuaia), cuyos alcances no están confirmados, está dirigida, sobre todo, a fortalecer la presencia argentina en el Atlántico Sur”.
En 2023, Chile movilizó 13.245 pasajeros en el aeródromo Teniente Marsh, que permite el aterrizaje en la base Frei Montalva, en la isla Rey Jorge.